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EBD Ya no habrá más coches con el radar camuflado en cunetas y medianas. A partir de ahora, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil no esconderá los radares móviles. Esta es una de las medidas incluidas en el nuevo plan diseñado por la DGT para luchar contra los excesos de velocidad y que ha comenzado ya a aplicarse de forma progresiva.
La otra gran medida es que todos los aparatos, sean del tipo que sean, funcionarán en las carreteras secundarias, es decir, aquellas que son de doble sentido. La nueva estrategia conlleva que la DGT sacará los radares móviles de las autovías.
A partir de ahora, el control de velocidad en estas vías se hará con los radares fijos, los siete helicópteros Pegasus y las patrullas de la Guardia Civil (uniformadas y de paisano).
De forma paralela, Tráfico ha ordenado que todos los radares, independientemente que sean fijos y móviles, sean visibles para el conductor. Es decir, habrá un cartel que anuncie su presencia. Además, también se publicarán los emplazamientos en la web de la DGT.
En un principio, serán unos 1.200 tramos de vías convencionales competencia de la DGT donde estarán ubicados estos radares móviles. Con esta medida, se pretende trasladar lo que ya ocurre en las autovías y autopistas con los radares fijos. Ante ellos, el conductor levanta el pie del acelerador, para pasar bajo la cámara muy por debajo de la velocidad máxima permitida.
Umbral de “tolerancia 7”
La DGT también ha procedido a ajustar todos los radares para unificar el llamado umbral de tolerancia. Hasta ahora, los conductores contaban con un “colchón”. En la práctica, se podían sobrepasar los límites de velocidad entre 10 y 20 kilómetros por hora sin que cayera la correspondiente multa. Cuando se denunciaba a un conductor es porque había pisado el acelerador mucho más de la cuenta. Eso se ha acabado. A partir de ahora, se aplica la regla de “tolerancia 7”. ¿Qué significa? Simplemente que el umbral de tolerancia será de 7 kilómetros por hora si la velocidad del vehículo es inferior a 100 kilómetros por hora y del 7% si la velocidad es superior. Sirva a modo de ejemplo: Cuando la velocidad esté limitada a 120 kilómetros por hora, el radar “hará la foto” a los coches que circulen a más de 131. Si el límite está en 30, el aparato se activará a partir de 38.
Otra de las novedades es que los cinemómetros serán capaces de distinguir vehículos. Hasta ahora solo fotografiaban al infractor al superar la velocidad de la vía, independientemente de los máximos permitidos para el vehículo. Con esta medida se pretenden perseguir los excesos de velocidad de furgonetas y autobuses, que tienen un tope inferior que los turismos y motos.