Castilla y León cerró 2015 con una deuda de 10.557 millones de euros, que supone un aumento del 12,8 por ciento respecto a la del año anterior (1.198 millones más), frente a un crecimiento para el conjunto de las autonomías del 10,3 por ciento, hasta los 261.268 millones.
Los datos difundidos este martes por el Banco de España reflejan que la deuda acumulada por Castilla y León representa el 19,4 por ciento del PIB, cuando un año antes suponía el 17,9 por ciento; aunque sigue siendo muy inferior a la media de las comunidades, que se situó al término de 2015 en el 24,2 por ciento del PIB, desde el 22,7 por ciento con el que cerró 2014.
Los presupuestos de la Comunidad para el año pasado señalaban que se cerraría el ejercicio con una deuda del 17 por ciento del PIB en Castilla y León, según las estimaciones macroeconómicas del Ejecutivo autonómico. Con todo, Castilla y León fue la octava autonomía con menor porcentaje de deuda sobre PIB, por detrás de Madrid (13,6 por ciento); País Vasco (14,4 por ciento);Canarias (15,7 por ciento; La Rioja (17,9 por ciento); Asturias (18 por ciento); Navarra (18,2 por ciento); y Galicia (18,6 por ciento). Las autonomías que cerraron el año con peores ratios fueron Valencia (41,3 por ciento); Castilla-La Mancha (35,5 por ciento); Cataluña (35,3 por ciento) y Baleares (30,4 por ciento).
Por lo que se refiere a las empresas públicas de Castilla y León, los datos del Banco de España indican que la deuda alcanzó los 165 millones de euros, con una subida porcentual del 9,2 por ciento (14 millones más); cuando en el conjunto de las autonomías descendió un 9,4 por ciento, hasta los 4.997 millones de euros. La deuda de estas empresas supuso en la Comunidad, el 0,3 por ciento del PIB, por debajo de la media para el conjunto de las regiones españolas del 0,5 por ciento.