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La Ciudad sin energía

La dimisión, tal como anunciaba el pasado martes El Diario Bierzo Digital, del director de la Ciudad de la Energía de Ponferrada (Ciuden), ha sido una auténtica sorpresa, que nadie se esperaba ya que a penas llevaba dos años en el cargo y, al parecer, nada nuevo ha sucedido para una dimisión tan repentina y sigilosa.  El burgalés Melchor Ruiz alegó razones personales, lo que no hay que poner en duda; pero muchos creen que en ella han influido sobre manera los recortes que se anuncian en el magno proyecto, que inició el anterior gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Al ya exdirector le tocó, en el contexto de la crisis, poner orden en la Ciuden, sobre todo llevar a cabo una purga de personal y limitar los proyectos museísticos para centrarse, es un decir, en los técnicos de captura del CO2. Sin embargo, esta labor de purga, necesaria, no ha venido acompañada de ningún avance en las obras de musealización del llamado Ene.Museo.

            El proyecto de musealización de las centrales térmicas de la MSP y Compostilla I fue el gran proyecto socialista para paliar la crisis de la minería del carbón, en una ciudad y en una comarca que, durante más de ochenta años, tuvo en el carbón y en la producción de energía eléctrica su principal forma de vida. Ponferrada debe mucho a la Minero Siderúrgica de Ponferrada, empresa que nació en 1918 de la mano de capitalistas vascos y madrileños, con el objetivo de crear en la ciudad unos hornos altos, y convertir al Bierzo, en palabras de Julio Lazúrtegui en “una nueva Vizcaya”. Para ello, con el apoyo de la corporación, adquirieron al oeste 270 hectáreas de terreno. El fin de la Primera Guerra Mundial, que empezó hace un siglo este año, cambió aquel proyecto; pero la MSP mantuvo su relación con la ciudad en la que concentraría buena parte de sus actividades carboníferas, al conectarla con Villablino a través de un ferrocarril de vía estrecha de 63 kilómetros.

La empresa, además de las oficinas centrales, los talleres y poblados para sus trabajadores, construyó en Ponferrada una pequeña central térmica en 1920 que, sucesivamente amplió en los años treinta y cuarenta, hasta alcanzar una producción de 13.000 Kw/h., con destino no tanto a la propia empresa (para eso construyó otra centralita en Villablino) como a la venta al exterior. Dicha térmica estuvo en funcionamiento hasta 1971. La política autárquica del primer franquismo revalorizó el carbón como principal fuente energética, lo que llevó a Endesa, empresa que también nació en Ponferrada en 1944, a construir una nueva central térmica, Compostilla I, muy cerca de la anterior, y una central hidroeléctrica en la Fuente del Azufre, a orillas del Sil, que comenzaron a funcionar en 1949 y 1950 respectivamente.

Años después, se añadieron a Compostilla I dos  nuevos grupos, que aumentaron extraordinariamente su producción, por encima de los 150.000 Kw/h. Esta nueva central fue diseñada por el ingeniero Martínez Cattaneo y el arquitecto Francisco Belosillo, como principales responsables del proyecto. En 1959 se inició la construcción en Cubillos del Sil de una nueva central térmica, Compostilla II, más grande y moderna, por lo que en hacia 1974 se abandonó la producción de energía eléctrica en Compostilla I, aunque se mantuvieron algunos años las oficinas y los edificios de mando, que posteriormente se trasladaron a Cubillos. Al lado se construyó un poblado donde se ensayó, dentro del modelo de Ciudad Jardín, un urbanismo con diferentes tipos de viviendas en función del status jerárquico de sus moradores.

En los años noventa del siglo XX ambas centrales estaban sin uso. La de la MSP, al igual que parte de la empresa, pasó al empresario minero Victorino Alonso. Durante algún tiempo el edificio estuvo protegido por guardas de seguridad, pero luego se dejó en el más completo abandono, por lo que mucha parte de su maquinaria fue saqueada por ladronzuelos (algo que denuncié en numerosos artículos periodísticos). La central de la MSP en Ponferrada es un buen edificio, en relativo buen estado aunque su aspecto fuera de desamparo, con puertas desvencijadas, ventanas sin cristales y la vegetación selvatizando el recinto. Como todas estas centrales contaba con dos grandes salas, la de calderas y la de los turbo alternadores, así como parque de carbones, etc. Compostilla I, tras su abandono, pasó al ayuntamiento de Ponferrada, que pensó reutilizar el edificio de mandos como sede de la policía local.

A comienzos de este siglo, José Luis Cerezales lanzó la idea de utilizar los dos edificios como sedes de un proyecto que llamó Ponferrada, ciudad de la energía, que los socialistas –Charo Velasco- llevaron en su programa electoral a la alcaldía de Ponferrada en 2003, sin éxito. El presidente del Gobierzo, José L. Rodríguez Zapatero, hizo suya esta idea y en 2005 propuso la creación de un Museo Nacional de la Energía en la vieja central térmica de la MSP, mientras que el edificio de Compostilla I sería destinado a sede del Ciemat. Poco después, con la creación de Ciuden en 2006, se abordó un proyecto más ambicioso con ambos edificios y el terreno entre ellos: el Museo Nacional de la Energía. En 2007 Victorino Alonso cedió  al Estado por 75 años la central de la MSP y el ayuntamiento de Ponferrada hacía otro tanto con Compostilla I y el terreno entre ambas. Como director de la Ciuden se nombró a José Angel Azuara, persona competente pero sectaria que politizó hasta grados extremos todo el proyecto y cuyos enfrentamientos con el gobierno municipal, del PP, fueron constantes.

De este modo, se proyectó la musealización de ambas centrales y el terreno intermedio. Primero, en 2009, se comenzó por la rehabilitación de la térmica de la MSP y en 2010 la rehabilitación de la sede central del museo en el edificio de mandos de Compostilla I. Luego se sacaron a concurso el proyecto museográfico de todo el conjunto y la musealización de la central de la MSP, que posteriormente se llamaría Ene.Térmica. Éste como sección del carbón y producción de energía térmica, por lo que solo hubo que restaurar la central, que aún conservaba muchos de sus elementos originales, y la construcción de nuevo del Muelle de carbones, que a su vez sería la zona de recepción de visitantes y comienzo de la visita. Por su parte, Compostilla I (Ene.Museo), además de sede del Ciuden, se destinaría a la exposición permanente de un museo dedicado a la historia de la energía, como exposición permanente, y en otra sala las exposiciones temporales. En medio, entre ambas, un parque -el parque del carbonífero- donde se explicaría la historia geológica del carbón.

El proyecto, al que se destinaron cien millones de euros, pretendía atraer entre 250.000 y 300.000 visitantes al año. Hoy solo se ha concluido la musealización de la central de la MSP, inaugurada en 2011; pero el número de visitantes anuales desde su apertura no alcanza ni la décima parte de aquellas previsiones. El resto del museo, el Ene.Museo y el parque del carbonífero, con los recortes del nuevo gobierno del PP, han quedado en el aire. Esto quizá explica la dimisión tan por sorpresa de Melchor Ruiz, que ve como todo aquel proyecto languidece y no quiere ser parte de tal fechoría. Probablemente también hayan influido las acusaciones del PSOE, que por boca del senador Ibán García denunciaba días atrás que en los dos últimos años no se había realizado ningún avance en las obras, lo que es cierto. No se puede dejar morir el sueño eléctrico porque la ciudad se quedaría sin energía, es decir sin fuelle, como ya estamos viendo.

 

4 comentarios en “La Ciudad sin energía

  1. Hombre, lo de la purga me parece que se queda un poco largo. Mi madre, pero que se toma la gente, que burradas se escriben.

  2. 200.000, que parece una locura, los tiene el Museo de Altamira, que también es nacional y con una neocueva que costo un pastón. A ver quien dice que no está bien, ¿y esto de la purga lo firma alguien?, que vergüenza.

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