Un año más, y ya van 400, el Ayuntamiento de Ponferrada acudió a la llamada de las campanas el día de San Roque para renovar su voto de Villa con el santo. La regidora de la ciudad, Gloria Merayo, fue la encargada de dar voz a los deseos y peticiones para el municipio en tan señalada fecha. “Vengo en representación de todos los vecinos de Ponferrada y también a pedirle que nos ayude a salir de esta situación de crisis. Creo que se están empezando a dar los primeros pasos pero necesitamos mucha ayuda. Pedimos protección y ayuda para que todos los ponferradinos encuentren un trabajo, que la situación del municipio mejore y que seamos capaces, que yo creo que sí lo somos, de sacar esa fortaleza que los ponferradinos siempre hemos tenido, para hacer frente a las situaciones de crisis”, entonó.
El reloj marcaba las 10 y media de la mañana cuando San Roque atravesaba las puertas de la iglesia de San Pedro, en procesión, rumbo a la basílica de La Encina, portando un racimo de uvas entre sus manos. Detrás, la comitiva religiosa en la que se integraban varios representantes municipales. A las 11, dio comienzo la misa en la iglesia de San Pedro, y se procedió al tradicional reparto de uvas entre los feligreses. “Como todos los años se repartirán 200 kilos de uvas que simbolizan también la primera cosecha y es también un reconocimiento y una apuesta por esa industria agroalimentaria que queremos potenciar desde el Ayuntamiento para Ponferrada”, defendió la alcaldesa, Gloria Merayo.
Entre esas apuestas por sacar al municipio berciano de la crisis económica, Merayo destacó los “esfuerzos” que se están llevando a cabo desde el Consistorio, “el Cylog va por buen camino, está ya acabado el proyecto. Se saca a licitación en el boletín de las comunidades europeas por importe de medio millón de euros y estamos apostando decididamente por la industria agroalimentaria”.
Fotografías de la procesión, por Quinito