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La avispa asiática ya amenaza al Bierzo y su llegada solo es cuestión de tiempo

El responsable del sector apícola de COAG Castilla y León, Francisco Javier Fernández Santiago, destaca que la llegada de la avispa, desde Galicia, es ya "imparable", confirmando las previsiones de la Junta

S. Travesí La avispa asiática, una especie que mata a las abejas de forma agresiva y merma la producción de miel, continúa su expansión por la Comunidad autónoma. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente detectó el primer ejemplar de la ‘vespa velutina’ en Espinosa de los Monteros (Burgos) en octubre de 2014, procedente del País Vasco. Era solo el inicio porque unos meses más tarde, en concreto en mayo de este año, la Junta localizó el primer nido en Valle de Mena, también en la zona de Las Merindades de la provincia burgalesa. La plaga ya se ha adueñado del norte de la Península Ibérica y amplía su ámbito de actuación.

El último, al menos conocido de forma oficial, es la sierra de La Demanda después de que el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta confirmara la presencia del avispón asiático. Pero la especie no solo está a escasos 20 kilómetros del límite con La Rioja sino que existe una amenaza firme de que la avispa exótica invasora llegue, próximamente, al norte de la provincia de León, en concreto en la comarca de El Bierzo, procedente de Galicia.

El responsable del sector apícola de COAG Castilla y León, Francisco Javier Fernández Santiago, confirma a la Agencia Ical que existe un temor entre los apicultores de El Bierzo, en León. No en vano, se trata de una comarca cercana a Galicia, donde ya ha aparecido esta especie. “La expansión de la ’vespa velutina’’es imparable y antes o después llegará a otras provincias de la Comunidad”, asevera, aunque no se atreve a dar un plazo.

En el mismo sentido se pronuncia Yolanda Martínez, de Apiespinosa (Espinosa de los Monteros, Burgos), que insiste en que muchos expertos prevén que la avispa asiática colonizará toda la Península Ibérica en una década puesto que la especie tiene una alta velocidad de expansión, al ritmo de 100 kilómetros al año. Pero, además, esta apicultora advierte de que cada nido de ’velutina’ genera una media de 500 reinas -de las 250 sobrevivirán al invierno- que, a la postre, son 250 nidos.

La avispa fue detectada por primera vez en Europa en 2004, en concreto en la ciudad francesa de Burdeos en un contenedor procedente de China. A partir de 2010, la especie se extendió a España a zonas como Cataluña, Navarra, País Vasco, Asturias y Galicia, aunque ya hay nidos en Cantabria. Este apicultor salmantino recuerda que el avispón se expande gracias a los medio de transporte como, al parecer, ocurrió cuando viajó del País Vasco al norte de Portugal en un camión cargado con madera y de ahí a Galicia.

Un informe del Servicio de Espacios Naturales de la Junta constata la presencia de la avispa asiática en Castilla y León en 35 localizaciones desde octubre de 2014. El mayor número se concentra en el Valle de Mena que acumula 21, tanto en el medio rural como en el casco urbano. La consejería habla de un “crecimiento exponencial” de la expansión de la especie. Es más, la existencia de la ‘vespa velutina’ en la Sierra de la Demanda no ha cogido a nadie por sorpresa porque en septiembre ya se detectó en la zona burgalesa de Cerezo de Río Tirón, en la comarca Oca-Tirón y en las proximidades de Briviesca.

Una proliferación de nidos que confirman los datos que aporta el jefe del equipo de bomberos voluntarios del Valle de Mena, Miguel Ángel García, quien denuncia que la expansión de la avispa asiática está descontrolada. Este profesional, a cargo del Ayuntamiento menés, asegura que ha retirado 19 nidos de ‘velutina’’ en lo que va de año, los dos últimos a principios de noviembre.

En poco tiempo, García se ha encontrado con un trabajo ‘extra’ que le ha obligado a formarse sobre la marcha. Además, tras sufrir una picadura y pedir prestada indumentaria a los bomberos de Valmaseda (Vizcaya), se vio obligado a solicitar a la Diputación de Burgos un traje especial para retirar los nidos que ha encontrado tanto en árboles como en tejados, ventanas, balcones e incluso en el suelo. La institución provincial también les proporcionó los sprays para rociar los nidos que pueden alcanzar el medio metro. Una vez retirados, una labor realizada por la noche, hay que quemarlos para matar todas las larvas. “Es importante trampear las avispas en primavera para evitar la formación de nuevos nidos”, manifiesta. Y a día de hoy es la única manera de “poner coto” a esta plaga.

En todo caso, Fernández Santiago se muestra cauto al comentar que “habrá que esperar y ver cómo se aclimata y se arraiga a cada zona” pero también comprobar su convivencia con otras especies depredadoras como la ‘vespa cabro’. Ante esta situación, apunta, un tanto resignado, que los profesionales deberán acostumbrarse a convivir con la avispa asiática y que los daños que cause esta especie sean los menores posibles.

La aparición de la ‘vespa velutina’, asevera, es una “complicación más” en el día a día de la apicultura ya que incidirá, negativamente, en la rentabilidad de las explotaciones. Y es que recuerda que este tipo de avispa depreda a las abejas, que son las que, al fin y al cabo, se encargan de producir la miel. Además, precisa que cuando las abejas sienten una amenaza optan por su reclusión dentro de las colmenas. No en vano, las avispas asiáticas permanecen a la entrada de la colmena a la espera de que alguna abeja, cargada de polen o néctar, para devorarla. Forma parte de su alimentación.

Merma de la producción

Todo ello trae consigo una considerable merma de la producción que, además, este año ha venido acompañada de una meteorología adversa y un escaso periodo de floración. Yolanda Martínez significa que algunos apicultores del Valle de Mena han pasado de recolectar una media de 20 kilos por colmena a siete o ninguno. En su caso, la reducción ha sido del 30 por ciento por el mal tiempo. Este año, al menos, se ha librado de la avispa asiática porque practica la trashumancia con sus colmenas, que ‘viajan’ de Mena a los Montes Pasiegos de la zona de Espinosa de los Monteros, donde la temperatura es más baja. “Si retraso el traslado de las colmenas a finales de octubre, para evitar la ‘velutina’ me arriesgo a que se mueran por el frío”, sentencia.

De momento, y a falta de un protocolo de actuación elaborado por la Junta de Castilla y León, los apicultores de la región, afectados por esta especie, adoptan medidas procedentes de otros lugares como Francia, que llevan más años conviviendo con la ‘vespa velutina’. “Algunos apicultores llevan sus colmenas a zonas altas de montaña porque, en principio, esta especie no actúa en altitudes por encima de los 800 o 900 metros”, precisa el responsable regional del sector apícola en COAG.

Yolanda Martínez confirma que es una práctica que han adoptado este año muchos apicultores de Vizcaya que trasladaron sus colmenas a zonas más altas de la provincia burgalesa como los puertos de Lunada, La Sía y Estacas. Otra opción, adoptada ente los profesionales franceses, es montar colmenares comunales de varios apicultores para que las abejas sean más fuertes y así establecer mayor resistencia. Remedios para combatir una plaga porque la Junta aún no cuenta con un protocolo de actuación contra la especie invasora.

Todos ellos coinciden que esta especie de avispa hará un “daño terrible” a la apicultura. Tanto que no descarta que muchos de los pequeños apicultores abandonen la actividad por los elevados costes para combatir la ‘velutina’. Además, Martínez va más allá y alerta de que la ausencia de abejas traerá consigo una reducción de la polinización y, por tanto, a los procesos de cuaje en árboles frutales.