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La Audiencia Provincial de León juzga al autor confeso del crimen de Argayo

El fiscal pide 20 años de prisión para D.A.G. por un presunto delito de asesinato y dos años y medio para dos de sus amigos por encubrimiento
Detención del acusado en mayo de 2012 (César Sánchez / Ical)

V. Silván/ Ical Este lunes arranca en la Audiencia Provincial de León el juicio al autor confeso del crimen de Argayo, D.A.G., por un presunto delito de asesinato y para el que la Fiscalía solicita una pena de 20 años de prisión. Junto a él también serán juzgados dos de sus amigos, S.D.C y J.A.F., para los que pide dos años y medio de cárcel por encubrimiento.

En dos sesiones se tratará de esclarecer lo ocurrido en la noche del 29 abril de 2012 en un chalet familiar de Argayo del Sil, en el municipio de Páramo del Sil, y que concluyó con la muerte por un disparo de arma de fuego del cuñado del acusado, A.G.F. La defensa alega que D.A.G. actuó en defensa propia y que sus sobrinas, menores de edad, que estaban siendo agredidas por su padre en el momento de los hechos.

Según recogen las calificaciones previas, esa noche las dos sobrinas se escaparon de la casa familiar para estar con su tío -que estaba acompañado por dos amigos- en la vivienda de los abuelos, que está muy próxima, y que su padre fue a buscarlas para que regresaran inmediatamente a casa. De vuelta, A.G.F. reprendió duramente en su habitación a una de las menores, llegando a golpearla con la zapatilla.

Ante esta situación, el acusado, que mantenía una nefasta relación con el padre de las niñas, abrió el armero y comenzó preparar un rifle mientras señalaba a sus amigos, que deciden abandonar la casa, “a mis sobrinas no las toca ni Dios, yo a este tío lo mato”. D.A.G. decidió entonces ir a casa de su cuñado y esperarle apostado en el descansillo de la escalera y gritando “atrévete conmigo, ven a pegarme a mí”.

El cuñado acudió corriendo a esa llamada, siendo abatido con un tiro en el corazón minutos antes de la media noche. Tras oír el disparo, la hija menor llamó su madre que se encontraba trabajando en Lillo del Bierzo y que acudió a la casa, donde se encontró a su marido fallecido junto a sus dos hijas y su hermano. Los cuatro acordaron simular un robo, aunque finalmente D.A.G. fue detenido unos días después, el 8 de mayo de 2012, y desde entonces permanece en prisión.