PREMIOS MUJER 2024

La agricultura berciana continúa su “actividad esencial” con los primeros compases de la campaña de la cereza

Las heladas de marzo redujeron las expectativas de la campaña a la mitad y las lluvias de estos días amenazan a las variedades tempranas
Cerezas / C. Sánchez

El campo berciano ha mantenido sus trabajos durante el estado de alarma, tal como le corresponde como “actividad esencial” que es. Las labores han sido dificultadas por el estado de alarma, que ralentiza la llegada de repuestos de maquinaria y complica la contratación de personal. Este segundo contratiempo se ve aminorado por el hecho de que no nos encontramos en un momento en que sea requerida mucha mano de obra, asegura Pablo Linares, de la Asociación Berciana de Agricultores. El coronavirus ha llegado pasada la poda de los viñedos y no ha comenzado todavía el tiempo de las grandes recolecciones de pera y manzana (ni, por supuesto, la vendimia), que sí suponen una considerable contratación de personal. La cereza, que es lo que se empieza a ver en estos días, nace en El Bierzo principalmente en minifundios y pequeñas explotaciones que los propios dueños dan trabajadas.

En cualquier caso, ha sido un tiempo de “ritmo normal” en medio de un “ritmo anormal del entorno”, señala Pablo Linares.

Llega la cereza

Las variedades tempranas de cereza se han empezado a recolectar en esta semana. Estas primeras guindas del año suponen en torno a un 10% del total de esta fruta que se cosecha en El Bierzo. La visita de lluvias y tormentas justo en estos momentos ocasionará pérdidas, que todavía no se pueden cuantificar, en ese 10% del producto que se va a recoger en estos primeros compases. Esta lluvia tardía agrieta la cereza, la raja. La fruta no es capaz de absorver la enorme cantidad de agua y por eso muchas de ellas se pierden.

Sobre el total de cerezas que se esperan recolectar este año ya pesa la condena que trajeron las heladas de marzo. Estas, sobrevenidas tras un “invierno suave” que adelantó la floración, van a ocasionar entre un 40 y 50% de pérdidas sobre la previsión de recolección de cereza en la comarca.

Ayudas de la Junta

Las líneas de ayuda a la agricultura que la Junta de Castilla y León viene anunciando durante el estado de alarma son “un poco las ya existentes”, apunta Linares. Muchas de ellas provienen de la PAC (en torno al 80% del dinero público que va a la agricultura), que se centra más en cultivos cerealistas, grandes y extensivos. Por ello mucha de la política agraria que se desarrolla en Valladolid para Castilla y León, una de las entidades subestatales más extensas de Europa, recuerda el responsable de ABA, no encaja con lo que se produce en la comarca de El Bierzo, dada su orografía y minifundismo. Frutales y viñedos hacen que “no tengamos una agricultura altamente subvencionada como otras zonas de España o de Europa”, señala.

Donde sí ayudan estos subsidios es en la modernización de maquinaria. Además, se vuelven altamente necesarios para el sector en lo relativo a la financiación de seguros agrícolas. Las ayudas de la Junta “los hacen viables, porque tienen un precio muy elevado”. El altísimo precio de estos seguros fue uno de los motivos que empujaron a principios del mes de marzo la protesta de los agricultores que se visibilizó en Ponferrada en forma de tractorada.