De acuerdo a la diligencias promovidas por la Plataforma Bierzo Aire Limpio, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Ponferrada número 8 ha citado como imputado al ganadero de Bouzas al que las asociaciones ecologistas apuntan como presunto autor del incendio que el pasado mes de abril asoló la Tebaida berciana.
Dentro de la investigación, el Juzgado ha pedido a las operadoras de telefonía la ubicación de un número de teléfono móvil entre el 18 y 20 de abril en las horas en las que se iniciaron los diferentes focos del fuego.
La Plataforma Bierzo Aire Limpio en representación de todo el movimiento ecologista berciano, se muestra muy satisfecha tras conocer la decisión del Juzgado. “Esperamos que este sea un primer paso para que los delitos provocados en materia de incendios no queden impunes, como viene ocurriendo no solo en El Bierzo sino en el conjunto del territorio de nuestro país”, afirma.
Además, señala que con este tipo de decisiones se podrá hacer frente, “como sociedad”, a uno de los delitos ecológicos “más graves y que más daño hace a la naturaleza y a todos los seres vivos que la habitan, y por tanto a toda la economía sostenible que depende de estos valores, de la salud de nuestros montes, de la belleza de nuestros paisajes y, en definitiva, de conservar nuestros patrimonio natural para las próximas generaciones como apuesta de futuro para nuestra tierra”.
Identificado por la Policía Nacional
El pasado dos de mayo se hacía público que la Policía Nacional de Ponferrada había identificado a un ganadero de la zona como principal sospechoso del incendio declarado el 18 de abril en la localidad ponferradina de Bouzas, que arrasó 1.300 hectáreas de gran valor ecológico durante varios días en la Tebaida berciana y que afectó a varias localidades del municipio de Ponferrada. La primera fase de la investigación se cerró con la identificación de este ganadero, cuyo objetivo sería supuestamente aprovechar los pastos que posteriormente se generaran en las zonas afectadas.
El fuego se originó sobre las 20 horas del martes 18 de abril, y aunque se logró extinguir a última hora, durante esa misma noche volvió a reavivarse, debido a los fuertes vientos. La persistencia de las llamas acabó con una gran extensión de matorral y zona de robles que formaban parte del patrimonio natural de este paraje.