La Junta coordinará una nueva campaña de lucha contra la avispilla del castaño con la suelta del parásito Torymus sinensis en campos de Ávila, León, Salamanca y Zamora. Está prevista la suelta de más de 1.200 dosis, formadas por más de 230.000 insectos, de los cuales el 63 por ciento son hembras y el 37 por ciento machos, según informó el Gobierno autonómico en un comunicado.
En la adquisición de las dosis del parasitoide que se emplearán en esta campaña, y cuyo coste asciende a más de 240.000 euros, han participado las consejerías de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio y de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, la Diputación de León, así como numerosos ayuntamientos y juntas vecinales de las provincias afectadas por la plaga, la Mesa del Castaño, la asociación de Amigos de los castaños, cooperativas y particulares.
La suelta se desarrollará en los puntos nuevos donde se ha ido extendiendo la plaga y en aquellos donde se hayan realizado algunas sueltas en los años previos, y se reducirán en donde se hayan soltado durante los dos o tres últimos años y ya se tengan datos de que la población del parasitoide ya está instalada.
La dirección de las sueltas correrá a cargo de los servicios territoriales de Medio Ambiente. En campo coordinaran y ejecutarán las sueltas los agentes medioambientales, conocedores de los sotos, que con la participación del personal de ayuntamientos, juntas vecinales y particulares, permitirá en un mes poder realizar las sueltas en el momento óptimo en cada espacio.
Previamente a las sueltas se han tenido que realizar trabajos de prospección de la plaga, adquisición del parasitoide y un seguimiento de la fenología del castaño para detectar los momentos oportunos para comenzar la suelta, que serán diferentes en cada zona dependiendo del clima, orientación, variedad de castaños, etc.
Las sueltas del parasitoide han comenzado ya en León y Zamora y lo harán a partir del 4 de mayo en Ávila y Salamanca. Los trabajos se desarrollan entre dos y tres semanas; todo dependerá de la meteorología y la fenología de los castaños.
Las recomendaciones de gestión en los sotos donde se realizan las sueltas del parasitoide son las de años anteriores: no usar fitosanitarios, no realizar podas hasta noviembre y no se deben quemar los restos de poda o limpieza (incluidas las hojas) hasta tener asegurada la instalación del parasitoide. A estas se añade la conveniencia de que en los puntos de suelta haya áreas con arbustos para que los Torymus se puedan alimentar de sus flores antes de realizar la puesta que será la que parasite a la larva de la plaga.
En los dos estudios de implantación del parasitoide que se han realizado se ha podido comprobar cómo, en todos los puntos estudiados en los que se habían realizado sueltas del Torymus sinensis se producían emergencias de este insecto en la siguiente primavera, lo que confirmaba que el parasitoide se estaba implantado convenientemente, con un porcentaje de parasitismo medio el pasado año del 1,44 por ciento.
Los primeros datos, del tercer estudio del parasitismo que se está realizando desde el Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, indican que el nivel de parasitismo ha aumentado muy considerablemente respecto al registrado el pasado año, con un parasitismo medio en León y Zamora, a falta aún de terminar el estudio muy superior al detectado el pasado año, siendo en algunas zonas el aumento espectacular, lo que permite ser muy optimista con la evolución de la población del insecto que controlará a la plaga de la avispilla del castaño.
Todos los Torymus sinensis emergidos en los estudios de parasitismo se vuelven a soltar en León y Zamora con el fin de reforzar las poblaciones. Además, se había trabajado con la hipótesis de que los primeros resultados de control se pudieran tener a los tres o cuatro años de las primeras sueltas, alcanzándose el óptimo control a los seis o siete años de las mismas. Los datos provisionales que se están obteniendo confirman la hipótesis. Todo parece indicar que una vez realizadas las sueltas durante dos o tres años, y tras comprobar que la población se ha establecido, “ya no es provechoso realizar más sueltas, siendo necesario el paso de unos años para que las poblaciones crezcan exponencialmente de forma natural para que sean capaces de controlar la plaga”.
Siete años en Castilla y León
La avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) es una plaga originaria de China que se ha ido extendiendo por Europa y que está presente en la Comunidad desde el año 2015 que llegó a Burgos. Posteriormente ha aparecido en el resto de provincias con castaños: en León en 2017, en Zamora en 2018 y en Ávila y Salamanca en 2020.
El medio de lucha establecido contra esta plaga, que reduce la producción de castañas, es la utilización de un parasitoide denominado Torymus sinensis, que se empezó a emplear de forma experimental en Castilla y León en el año 2018. Desde entonces se ha ido extendiendo su uso, y ya desde el 2019 es un agente biológico de control autorizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) tras los correspondientes estudios para comprobar su eficacia y seguridad.