El jueves en Copa del Rey, y el domingo en Liga, El Toralín se convirtió en una fiesta

Semana para enmarcar la realizada por la Ponferradina en los dos últimos partidos que ha disputado en su estadio de El Toralín, el pasado jueves al endosar un claro y contundente 3-0 en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey a todo un Primera División, el Eibar, además en un partido donde el entrenador blanquiazul, Manolo Díaz, puso en liza una alineación donde faltaban varios jugadores habituales de la liga.

Pero si esto sucedió en la Copa del Rey, este domingo el equipo de Manolo Díaz – donde si sacó en el once inicial a los que suelen hacerlo en la liga, que es la competición que realmente importa a la Deportiva – borró materialmente del campo a todo un Club Atlético Osasuna que llegó a Ponferrada dispuesto a recortar distancias con el líder Córdoba, pero se encontró con una Ponferradina que realizó un partido sensacional, teniendo todos sus jugadores una soberbia actuación.

Muy pronto el electrónico comenzó a funcionar, pues cuando se jugaba el minuto 5 Yuri, muy activo toda la mañana, pasó sobre Acorán y este  a su vez sobre Adán Gurdiel situado en el lado derecho, para que el jugador de Fabero pasara sobre el tinerfeño Acorán que clavó el balón en el portal de Nauzet. El Toralín ya era una fiesta, pues los aficionados estaban totalmente entregados con su equipo en vista del juego que estaban desarrollando.

El equipo blanquiazul. continuaba  haciendo su trabajo y le llegaría el premio a su buen juego a los 29 minutos al señalar el colegiado una falta fuera del área que se encargó de lanzar de forma magistral ese artista de las acciones a balón parado, Álvaro Antón, para subir el segundo gol al electrónico. Aquí El Toralín ya era algo más que una fiesta.

No acabarían aquí las cosas, pues faltaba el gol de Yuri, y este llegaría a los 65 minutos tras pase de Berrocal sobre el brasileño quien tras ganar por velocidad a su defensor se plantó ante Nauzet que rechazó su primer remate en primera instancia, pero no así en la segunda pese a estar el delantero muy escorado, este gol suponía el 3-0 final, pero pudieron ser más en el tramo final del partido, algunos más fáciles que los anteriores.

Los 4.469 espectadores que se dieron cita en la mañana fría de este domingo en El Toralín salieron del campo eufóricos y reconocieron con fuertes aplausos el esfuerzo de los 14 jugadores que actuaron ante el Osasuna  cuando el árbitro, Pablo González Fuertes, del Colego Asturiano, señaló el final del partido. Estos dos resultados citados van a suponer que el próximo sábado viajen muchos aficionados a Lugo, donde la Ponferradina jugará a las 18:00 horas ante el titular de esa capital gallega, el CD Lugo en el Ánxo Carro. Ojalá que en Lugo el equipo siga la línea de estos dos partidos.