En Yo soy Don Quijote de la Mancha se une el talento de José Ramón Fernández, Premio Nacional de Literatura Dramática 2011, la dirección de Luis Bermejo y un reparto encabezado por José Sacristán y Fernando Soto para llevar a escena un espectáculo que “recuerde ese Don Quijote que forma parte de nuestra memoria y de nuestros deseos”. La propuesta llega al Bergidum el próximo 10 de abril.
“En esta época de desencanto, desmoronamiento social, de pérdida de valores morales, injusticias, descreimiento, recesión, de perplejidad ciudadana, hay que llamar a nuestro héroe para que nos devuelva la honra y nos ayude a desenmascarar a los mercaderes de sueños que nos oprimen con sus deseos de codicia”, dice el director de este montaje, el también actor Luis Bermejo.
Para ello, “tenemos un héroe que subsaye en cada uno de nostros, como una filigrana íntima: el Quijote” y por ello se presenta en Yo soy Don Quijote de la Mancha “una nueva aventura de Don Quijote, Sancho Panza y Sanchica, escrito por un genio de nuestros días e interpretado por la flor y nata de la andante comiquería”.
El protagonista de la obra, José Sacristán, cree que “en El Quijote está toda la peripecia que uno puede plantearse a propósito del atropello, la injusticia, la deslealtad y sus contrarios. Lo que vivimos hoy está en Dickens, en Mark Twain, en Shakespeare, en Cervantes, en Arthur Miller… En todos los grandes que han tenido el talento de ser cronistas de su tiempo”.
Acompañándolo en escena, Fernando Soto, Sancho en Yo soy…, está seguro de que su patrono hoy arremetería contra las fachadas de los grandes bancos y las grandes multinacionales, contra la policía que reparte palos, y contra todas las injusticias que cada día vemos en los informativos.
José Ramón Fernández, Premio Nacional de Literatura Dramática 2011, firma esta dramaturgia, realizada a partir de la novela de Cervante: “Don Quijote es una parte de todos nosotros. Es un miembro de nuestra familia al que recordamos, al que tenemos presente, al que todos miran con piedad y tratan con una especie de dulce cariño. Forma parte de lo mejor de nosotros, de nuestra parte buena. Pretendo que Yo soy Don Quijote de la Mancha respire y recuerde ese Don Quijote que forma parte de nuestra memoria y de nuestros deseos. Por eso no me alejo de la historia, por eso voy a utilizar miles de palabras de este libro y voy a tratar de que las mías sirvan para unir esos recuerdos que nos unen a todos “.
Buena parte del mérito de la función recae, según la crítica, “en los tres actores (magistral Sacristán y a la altura Fernando Soto y Almudena Ramos) en una interpretación compenetrada, con un trabajo profundo de voz, gestos y cuerpo”. Completa el reparto el violonchelista José Luis López. El trabajo está recomendado por la Red Española de Teatros.