Los comerciantes y hosteleros de Ponferrada mantienen la incertidumbre ante la posibilidad de reabrir o no sus negocios siguiendo las pautas de la desescalada anunciadas por el Gobierno. En general, se quejan de falta de información para tomar una decisión que, en el peor de los casos, podría suponer el cierre definitivo de sus negocios a corto plazo.
El presidente de la asociación de comerciantes Templarium, Felipe Álvarez, declinó valorar las fases de la desescalada hasta no tener más datos sobre qué pueden hacer o no los comercios. Para ello, la próxima semana mantendrá una reunión por videoconferencia con el director general de Comercio de la Junta, Luis del Hoyo, en la que también estarán presentes las concejalas del ramo de León y Ponferrada, el Círculo Empresarial Leonés y la asociación Centro León Gótico.
Por su parte, el presidente de la asociación El Reloj, Javier García, que agrupa a comerciantes y hosteleros de la zona alta de Ponferrada, confirmó que ya han hecho llegar al Ayuntamiento una serie de propuestas para garantizar la supervivencia de sus negocios, como negociar las tasas de basura o ampliar el tamaño de las terrazas para separar más las mesas.
En cualquier caso, García apela a la “coherencia y el sentido común. Todos queremos trabajar, pero no de una forma que lleve a tener que cerrar el negocio en un mes o dos. No se trata de rentabilidad, porque probablemente ninguno pueda ser rentable en estas circunstancias, sino de poder asumir los costes. Si los bares sólo pueden abrir al 30 por ciento pero tienen que reabsorber a todos los trabajadores en ERTE, es evidente que no cuadran los números”.
En ese sentido, señala que, en el caso de la hostelería, el tamaño de los establecimientos será clave para decidir su reapertura: “Para algunos bares, estar al 30 por ciento de capacidad significa tener cuatro clientes”. Por otro lado, los hoteles tampoco lo tienen nada claro: “Si abren los hoteles pero no se puede viajar entre provincias, ¿qué clientes van a tener? De nuevo, no hay clientela real, pero tienes que reabsorber a todos los trabajadores”.
Por todo ello, mantienen la prudencia y el contacto constante con las instituciones para no dar pasos en falso: “Necesitamos la ayuda del Ayuntamiento también para informar sobre las nuevas reglas y que no se produzcan contagios en los locales, todo ello sin que requiera una inversión adicional, que la situación ya es bastante mala”.
Lo que sí tienen claro en la asociación El Reloj es la necesidad de potenciar el comercio local: “Todos los sectores se tienen que ayudar entre sí. El pequeño comercio puede ser una forma de evitar aglomeraciones y se debería promover el distribuir a los ciudadanos por toda la ciudad, evitando concentraciones en un punto determinado”.