PREMIOS MUJER 2024

Huelga de padres

Ayer jueves las clases estaban prácticamente vacías por eso de que había huelga. Se dice que esta vez era una huelga apoyada por los padres. No por todos. En una clase tuve una alumna y en otra cuatro alumnos, porque sus padres les obligaron a asistir a clase. Creen que la huelga no conduce a ninguna parte. Opinión que comparto con ellos. Si les preguntas a los alumnos por qué se hace la huelga, la gran mayoría dirá que no lo sabe. En realidad se da por descontado de quienes la convocan tienen razón y les obedecen ciegamente. Eso es fe y lo demás es un cuento. Alguno más enterado dice que la huelga es por los recortes y por la calidad de la enseñanza. También se dice que la huelga es para defender la enseñanza pública frente a la privada. Pero uno se pregunta si con hacer huelga mejora la calidad o si la calidad depende de los recortes.

Como profesor de la enseñanza pública me siento afectado por los recortes, pero ¿acaso eso puede ser una disculpa para trabajar menos? ¿Es que por eso los alumnos tienen que estudiar menos? ¿Se arregla el fracaso escolar con huelgas? Va ser que no. En mis tiempos de estudiante se decía: “pasas más hambre que un maestro de escuela”. Aquellos maestros eran extraordinarios, y la enseñanza de calidad. No todo es cuestión de dinero.

Dicen algunos que por qué hay que recortar en educación. Vayamos por partes. Si estamos empeñados hasta las orejas y esa ingente deuda pública está hipotecando el presente y el futuro, no queda más remedio que recortar allí donde los gastos son mucho mayores, como es el caso de la educación. Si no hay austeridad lo más probable es que no tardando mucho ya no habrá ni para pagar los sueldos de los profesores. Muchos de los que más protestan están tirando piedras contra su propio tejado. Además, quien tiene un trabajo y un sueldo fijos debe pensar en el que no tiene nada. Por mucho que me recorten yo sé que a fin de mes me van a ingresar la nómina, mientras que en muchas familias ya no se cobra nada. Otra cosa es aquellos profesores que se quedan sin trabajo. En tiempos difíciles debemos todos apretarnos el cinturón.

Creo sinceramente que en esto de las protestas de la enseñanza hay mucha demagogia y mucha manipulación. Se ha tratado de enfrentar enseñanza pública y privada, cuando en realidad lo que algunos llaman privada no es tal. Por ejemplo, en Ponferrada hay cuatro institutos (Gil y Carrasco, el Virgen de la Encina, el Europa y el Álvaro de Mendaña) y otros tantos colegios en los que se estudia secundaria (Concepcionistas, Espíritu Santo, La Asunción y San Ignacio). Todos ellos son públicos, pues están abiertos a todo el mundo, dado que tienen los mismos criterios de admisión. Lógicamente los alumnos son los mismos y todos tienen derecho a que la enseñanza sea gratuita. La gran diferencia es lo que lo que llamamos enseñanza pública sale mucho más cara que la enseñanza concertada (mal llamada enseñanza privada). Por lo tanto, de no existir esos colegios concertados harían falta otros cuatro institutos, y el gasto sería bastante mayor. Después cada centro tendrá que ganarse su prestigio.

Está claro que estas huelgas están muy politizadas. Sospecho que muchos ignoran quiénes son realmente los que las convocan y con qué finalidad. Siempre me ha parecido impresentable la actuación manipuladora del llamado Sindicato de Estudiantes, que me temo de estudiantes tienen poco, y cuyo éxito está siempre asegurado. Cualquier pretexto es bueno para no asistir a clase. Respeto la libertad de los padres, y su derecho a protestar y manifestarse, pero entre el padre que está siempre ejerciendo de abogado defensor de sus hijos y el que dice a los maestros que sean más exigentes con ellos, me quedo con el segundo. En el tema de la educación la solución no está en el rigorismo de “la letra con sangre entra”, pero tampoco en la blandenguería de los padres que nunca se atreven a llevar la contraria a sus hijos. Aunque sean minoría, personalmente me convencen más los que no les dejaron hacer la huelga.