Hombros de gigantes y vacas de kobe.

“Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes”* así escribía Newtown a  Robert Hooke con la famosa frase de *Bernardo de Chartres *, para referirse a los grandes genios históricos de su época en los que se había apoyado para sacar sus deducciones. ¿Modestia? Bueno claramente no, si hubiese sido modestia, hubiera reconocido la importante labor de Leibniz en calculo diferencial, e integral, uno de los pilares básicos para la teoría energética y cinemática de Newton, sin embargo se dedico a hundirlo hasta que prácticamente lo hizo desaparecer. Ya estaba subido a “hombros de gigantes” y no iba a reconocer que un contemporáneo había descubierto con más acierto, y antes que él, lo más importante de su obra.

De Einstein es admirable el descubrimiento del efecto fotoeléctrico, pero no invento la relatividad, sólo asumió como verdaderas las ecuacones de Poincaré, que son el pilar matemático de la relatividad. Otro *genio*, Stephen Hawking, escribió un libro hace años. titulado *”A hombros de Gigantes” *hacía un repaso de todos los grandes de la ciencia para terminar en el mismo.

Aunque lo único que se puede decir de Hawking es que sabe muchas matemáticas y que tiene mucha imaginación, ya que nada de lo que ha postulado se ha demostrado.

Parece que el mundo, y sobre todo el mundo científico, necesita ídolos, o semidioses, como Newton, Einstein, Hawking, para admirar, y en realidad son gente muy importante y muy inteligente, pero no tienen mucho más merito que un padre o una madre que da su vida en un trabajo anodino para dar de comer a sus hijos, aun que las repercusiones sean más importes por la profesión que han ejercido.

Si todo se quedase ahí, sería solo una anécdota, pero parece que hoy en día la ciencia ha tomado ese camino, el camino de los dioses, no el de la gente. El gran colisionador de hadrones, (LHC) es un buen ejemplo. El gran colisionador de hadrones, es una herramienta que sirve para verificar el modelo estándar (modelo matemático de la física actual) encontrando el bosón de Higgs. Parece que ya lo han encontrado, y es lógico, toda esa tecnología ( tecnología del siglo que viene ) aplicada en éste experimento está orientada a encontrarlo, y aunque la partícula no existiera, casi seguro que la iban a encontrar igual.

Pero que avances va a suponer para nosotros el haber encontrado esa partícula? Pues exactamente NINGUNO, esa partícula sólo existe en ese experimento, y no se puede aprovechar, nada más que haciendo otro LHC.

Puede que dentro de 100 años podemos aprovechar los resultados para viajar un poco más rápido.

¿Y para que sirve el modelo estandar? Bueno, en el modelo estándar, todo es posible, con esas ecuaciones se podría sacar un elefante de una mota de polvo, y con el descubrimiento de la energía oscura, y la materia oscura y varias cosas más, creo que queda patente que estamos bastante despistados en nuestros modelos físicos. Pero aunque todo sea correcto, eso no es lo más importante.

No sólo es el gasto, unos  6.000 millones de euros, en el LHC, es la cantidad de científicos, ingenieros, y técnicos, la mejores mentes del mundo actual colaborando, para conseguir que una maquina así funcione. Y para que? para nada. Los que trabajan el LHC lo saben y lo reconocen con total frivolidad.

Si ese dinero, y sobre todo, ese conocimiento, se hubieran dedicado a curar enfermedades, seguramente hoy no existiría el cáncer, ni el alzheimer, ni el parkinson…

si esos recursos y esas mentes brillantes, se hubieran dedicado a solucionar el hambre del mundo, a solucionar los problemas económicos o sociales, hoy el mundo tendría algo mucho más valioso que subir el ego a un grupo de científicos, o crear algún otro “dios” de la ciencia.

Pero la ciencia no funciona así, los pañales y las compresas se inventaron para ir a la luna, no para hacer más sencilla la vida a la niños o a las mujeres. La malaria se erradicó en Panamá para construir el canal, sin embargo desde que se construyo, han muerto cientos de miles de personas en África por esa enfermedad, y puede que alguno de éstos hubiera solucionado el misterio de la energía oscura, o algún otro problema más importante.

Me cuesta mucho entender, que gente como los científicos, gente trabajadora, intelectuales, y en general con muy buenas intenciones, no se den cuenta de que la prioridad no es saber cual es el trocito más pequeño de materia, o cual es el agujero negro más grande, y no se preocupen de los problemas reales de la gente. Problemas que ellos pueden solucionar.

Los científicos se vanagloriarían en su conocimiento, los banqueros se hacen de oro a costa de hundir a la sociedad, los empresarios destrozan la naturaleza para darnos bienes innecesarios…. Pero no es culpa de la profesión, es el estigma natural del  simio alfa, que nos hace ser egoístas. Como es posible que en Madrid haya miles de personas durmiendo en el suelo, mientras que a menos de 50 km hay vacas que duermen en camas de agua, beben vino y escuchan música clásica?????

¿Cuáles son nuestras preferencias, y cual es nuestro objetivo en la vida?

Todos somos iguales, y todos podemos marcar la diferencia,  y en todos está esa posibilidad de cambio, ya hemos llegado a la madurez para superar ese egoísmo heredado de la naturaleza, egoísmo debido a la escasez de recursos, y es hora potenciar nuestra naturaleza social, la de ayuda, la de amor racional.

Está demostrado por la naturaleza que la colaboración social es más eficiente, está demostrado por la filosofía ( Gestald: el todo es más que la suma de las partes ) y  está demostrado matemáticamente ( John Nash ) , solo tenemos que ser conscientes de esa parte natural que tenemos que es egoísta e intentar superarla. La realidad la construimos nosotros día a día, y en todos nosotros está elegir entre ser el simio alfa o el simio social y cooperativo, en centrarnos en nosotros como individuo o  en nosotros como especie.