Se llama O. López y lleva literalmente encerrada en su modesto piso de Ponferrada casi un año. En tratamiento médico, sus nervios dijeron basta en un momento en que los problemas y la tensión colmaron el aguante humano. Se la recuerda eficaz, diligente, con titulación e idiomas, pero tuvo la desgracia de hacerse amiga íntima de la persona que le trajo la mayor de las desgracias. Lo que era un nombramiento “provisional” a una persona de confianza, se convirtió en una condena que lastra el rehacer su vida. Lo conseguirá sin duda. Ella es una exdirectiva del Grupo Herrero Brigantina, como lo es “Benjamín, Tony, Noelia, Alfonso…” y tantos otros ex altos cargos que un buen día, día, que maldicen, le dijeron “sí” a Juan González Herrero. Muchos de ellos han colaborado en esta investigación exhaustiva, varios incluso, tienen hilo directo a través de un despacho de abogados con la UDEF y la Audiencia Nacional.
La mayoría ha facilitado todo tipo de documentación y testimonios que terminarán en el equipo del juez Pedraz. Y al igual que varios familiares de Juan González Herrero, nos confirman que han roto todo tipo de relación con este matrimonio y ayudan, en lo posible, a esclarecer una de las presuntas estafas de mayor cuantía en España desde la de Afinsa, Fórum Filatélico, Gescartera y otras. No es de extrañar que, abrumados por los clientes confiados que depositaron su dinero, sus ahorros o contrataron productos financieros y seguros a empresas del Grupo, muchos estén de baja médica y esperen, como los casi 300 empleados que se llegó a tener, que el FOGASA liquide sus finiquitos y les pague buenamente lo que se pueda. Pero O. López, como el resto, esperan, como los clientes, desesperadamente una luz judicial al final de este túnel en que la vida, la confianza, el interés, el favor, quién sabe, les ha metido.
Escándalo en la Prensa
Desde que el 1 de marzo de 2023 el periodista de El País, Joaquín Gil, destapó el “corcho”, la botella del escándalo no se ha dejado de suceder. Al día siguiente, precisamente, Herrero Brigantina se publicitaba en ese medio. Era el primero, de los muchos intentos para tapar un alud que se vino encima en cuestión de semanas. Pronto, La Nueva España, La Razón, Cinco Días y otros muchos periódicos se fueron haciendo eco del siempre presunto fiasco. El baile de cifras, como de millones de euros desaparecidos y clientes afectados se incrementaba. Cualquiera puede pobrar a escribir: Herrrero Brigantina o Juan González Herrero y no puede ser posible que toda España mienta, presuntamente.
En el “Olimpo”, la zona noble de las oficinas centrales de Herrero Brigantina la eterna luna de miel prolongada hasta el Summit de Valencia donde se anunció la preparación de salida en Bolsa se rompió. Pero antes, mucho antes, ya en el verano del 22 la pareja escrituró unas capitulaciones en las que dejaban claro la repartición de bienes. Nada escapaba, ni se dejaba al detalle. Como siempre, las facturas a cargo de alguna de las empresas.
La cacería en la prensa se desató. De nada valían los comunicados negando toda irregularidad y amenazando con tomar medidas legales contra los mensajeros. Ponferrada y el Bierzo despertaban del sueño del supuesto rey Midas asturiano. Los clientes comenzaron a pedir el rescate de su dinero, los empleados algunos a marcharse y el ambiente en general se enrareció mucho más. El colapso en caja se produjo. Se dejaba de ingresar y de lo que había entre lo presuntamente estafado, los enormes gastos de personal y oficinas, y la retirada efectiva de algunos clientes avisados, la empresa colapsó.
Haciendo, como siempre, caso omiso de socios y empleados aún fieles, JGH contrata los servicios de imagen y comunicación de un gabinete con una supuesta profesional andaluza para gestionar la crisis de imagen y reputación que se le viene encima. Imposible parar semejante terremoto financiero. Poco a poco, principales aseguradoras niegan tener algo que ver con el GHB. Los cambios en los consejos de administración de empresas del Grupo se aceleran. Los despidos, la mayor parte sin pactar, se suceden. Y aún así se logra que dos personas “hereden” bajo escritura notarial la administración y otros importantes cargos de todo el conglomerado societario.
Intento de venta del Grupo HB
Sin embargo, los correos cruzados a los que ha tenido acceso exclusivo EBD ya demuestran que JGH lleva meses y dos intentos de venta de HB. “Dar el macro pelotazo y posiblemente establecerse entre Maimi y Colombia a administrar sus riquezas y las de otros ricos que confiaran sus bienes en él-ellos”, nos dicen. Que no fructifican.
La presión llegó también a las televisiones, que se hicieron eco del asunto. Incluso un abogado andaluz inicia una representación de clientes presuntamente estafados y declara en ocasiones cosas ciertas y cosas imprecisas. Como que había una flota de coches que se llevan a Colombia, no es verdad, eran los coches de empresa que la nueva administración retiró al llamado “clan colombiano”. JGHerrrero finalmente se va a Colombia dejando atrás el escándalo. EBD tiene el vídeo de cómo dejaron sin ordenadores, ni papeles su oficina principal. Los despidos de los familiares de Kelly Galeano se produjeron sucesivamente.
Un papel fundamental es, en los últimos tiempos, el del abogado, Óscar Torres, que primero trabaja en colaboración con Miguel Ángel Barba. Ambos presuntamente idean muchos productos y operaciones. Pero con el paso del tiempo, como todos los antiguos, Barba es despedido y celebran juicio al efecto. El abogado Torres al final también desaparecerá.
En todo el proceso encontramos mail de supuestos administradores y contables que ofrecen sus servicios en medio de la caída. Es el olor a dinero lo que atrae. Las oficinas se van cerrando y una parte de los locales de las Oficinas Centrales se vuelven almacen. Llega la retirada de la DGS (Dirección General de Seguros), es decir, ya no pueden venderse seguros. Y esa noticia hace inútiles la mayor parte de la estructura empresarial.
Juan González Herrero sigue poniendo objetivos y dando instrucciones. Como se demuestra en este mail…
Grupos de afectados protestan en la sede central. Pero son pocos y no hacen el suficiente ruido para que el escándalo en la opinión pública sea mayor. Las personas que han quedado al cargo al principio van pagando como pueden sueldos y rescates. Después ya es inútil. Todo son deudas e impagos…
Se realizan informes internos para intentar probar el saqueo del dinero en el Grupo. La abundancia de datos despista hasta a la propia UDEF. Que toma, al fin, cartas en el asunto. Pasados unos meses las oficinas cierran con personal, sin apenas trabajo dentro. No hay ni servicio de seguridad contratado siempre. Se corta el teléfono…
Unos dicen que por ver a sus hijas, otros porque ya tenía todo en orden, el regreso de la pareja a España se produce. Siguiendo su pista como hemos demostrado en anteriores reportajes en sus negocios en Colombia ordenados con su representante o supuesto representante allí. En España se le toma declaración…Pero eso es otra historia, que hemos ido relatando y de la que quedan aún hechos y aspectos que narrar.
Herrero Brigantina VI. El regreso. Detención. De nuevo con otra empresa. Larga espera judicial.