Y al final no pudo ser. El último reducto minero no solo de la provincia de León, sino que también de Castilla y León, ‘La Escondida’ echa el cierre definitivo. La empresa Hijos de Baldomero García, propiedad de esta mina ubicada en Caboalles de Arriba, ha comenzado, en las últimas horas, con las labores de desmantelamiento de la explotación. Esta información ha sido confirmada a Laciana Digital por fuentes de la propia empresa quienes a la vez han señalado que finalmente las negociaciones con el ministerio de Transición Ecológica para la devolución de las ayudas “no han dado sus frutos”. Es más, apuntan a que la administración “no ha colaborado lo suficiente”.
Y es que el propietario de la empresa, el veterano empresario Manuel Lamelas Viloria, había manifestado en más de una ocasión su intención de proseguir con la actividad minera en esta explotación más allá de 2019. Tan solo pedía a la administración cierta flexibilidad a la hora de devolver las ayudas estatales -8,35 millones de euros- para cumplir con la directrices que establece la Unión Europea. Parece ser que esa fórmula jurídica que Lamelas Viloria esperaba poder consensuar con el ministerio no ha sido posible.
De momento se sabe que el plazo que se establece para el desmantelamiento de la explotación, que ha dado comienzo esta misma mañana, es de tres años. Para estas tareas se precisará de un número reducido de trabajadores puesto que el tiempo fijado es amplio y la explotación es pequeña. De hecho actualmente tan solo trabajaban en La Escondida -para labores de mantenimiento- una docena de mineros -de los casi sesenta que había en plantilla- ya que el resto recibieron la carta de despido el pasado 27 de diciembre.
Pese a este panorama nada favorable, las mismas fuentes empresariales han confirmado a Laciana Digital quela intención de HBG es continuar trabajando en el sector minero. Para ello, ya en su día, presentaron ante la Dirección General de Minas, dos proyectos; uno para explotar subterráneamente en El Feixolín y otro para Paulina. Se decantarán por aquel plan cuyas autorizaciones se resuelvan antes, han matizado desde la empresa, si bien es cierto, los trámites administrativos podrían dilatarse demasiado en el tiempo.
Y de esta forma, La Escondida, que pensaba plantarle cara al fin del carbón, tendrá que despedirse de la actividad minera. Una explotación oculta bajo la Veiga del Palo que fue abierta en 1957 por José García, hijo del también empresario minero Baldomero García y cuñado de Marcelo Jorissen ‘El Belga’. La única mina de interior que permanecía abierta en la comarca de Laciana, en la provincia de León y en la comunidad y casi la última que ha resistido, hasta donde pudo, el envite.