PREMIOS MUJER 2024

Hablando se entiende la gente

Hablando no siempre se entiende la gente, pero debería entenderse hablando. Para ello es necesario, además de hablar, saber escuchar, cosa que no siempre hacemos. Ya lo decía Juan Pablo II en Sevilla, cuando empezó su discurso y la gente sólo sabía vitorearle: “Pueblo español ser muy bonito, pero hablar mucho y escuchar poco”.

También suele ocurrir que solemos hablar mucho de lo que no sabemos. Así la gente habla de política, de economía, de religión…  como si fueran expertos, pero son pocos los que se molestan en formarse bien en estos temas, en estudiar, reflexionar. Generalmente los que saben mucho suelen ser muy prudentes y humildes. Y los que saben poco y creen que saben son fácilmente manipulables, pues tienen muy poco espíritu crítico, aunque sean muy criticones.

Ciñéndonos al tema religioso, son muchas las falsedades y tópicos que con frecuencia hay que oír. No es de extrañar que esto ocurra, teniendo en cuenta que algunos no toman en serio la formación religiosa, ya sea en el ámbito escolar o en el de las diversas catequesis, incluida la de adultos.

Por eso es muy interesante la experiencia recientemente iniciada en Ponferrada, los llamados Cursos Alfa, que consisten en doce cenas, una por semana, en las que en un clima de armonía y respeto se abordan diversos temas relacionados con la religión. No se trata de imponer nada a nadie, sino de que todo el mundo manifieste sus opiniones y escuche las de los compañeros de mesa. Tienen lugar en las dependencias de la Iglesia del Buen Pastor, en el barrio de la Rosaleda, pero quienes lo llevan no son precisamente curas, sino seglares. No es ningún invento reciente, sino que se trata de una experiencia que se viene realizando en otros países de Europa, pero por lo que se ve aquí también funciona. No cabe duda que dialogar, escuchar, compartir, convivir, es bastante más positivo que insultar, juzgar, imponer, enfrentarse.