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Fuerte sacudida al mapa político: El PP pierde diez u once escaños aunque se mantiene como primera fuerza y Cs triplica su representación

  El PSOE se mantiene entre 25 y 26 procuradores y la alianza Podemos-IU no suma y baja entre tres y cinco parlamentarios, mientras que UPL quedaría fuera de las Cortes, según la encuesta de Sigma Dos.  León sería la única en la que el PP lograría mantener la representación

Fuerte sacudida en el mapa político autonómico. A menos de un año para la cita electoral, un sondeo de Sigma Dos elaborado para la Agencia Ical revela que el PP caería hasta 31 o 32 escaños; el PSOE se mantendría en 25 o 26; Ciudadanos recogería el descenso de los ‘populares’ y multiplicaría su representación hasta los 17 procuradores, mientras que Podemos e Izquierda Unida se quedarían con entre seis y ocho y UPL perdería su actual representación. Este resultado dibuja un juego de mayorías parlamentarias parecido al que vivió la Comunidad en los años 80 y podría dejar en manos de la formación de Albert Rivera la decisión sobre el color político que tendrá la Presidencia de la Junta en la próxima legislatura.

La encuesta pone de manifiesto que el PP se mantiene como el partido más votado, con el 33 por ciento de los votos, lo que implica un retroceso de casi cinco puntos respecto a las elecciones de 2015 y sitúa a la formación con un nivel de apoyo similar al que obtuvo en 1987, cuando accedieron por primera vez a la Presidencia de la Junta de la mano de José María Aznar. El desgaste de la formación supone un castigo muy fuerte en escaños ya que con este resultado se sentarían en las Cortes 31 o 32 procuradores del partido, es decir, diez u once menos que los que actualmente ocupan la bancada (42).

Los socialistas recuperan el terreno perdido en las últimas elecciones autonómicas y suben 3,4 puntos para volver al 29,3 por ciento de los votos que lograra Óscar López en 2011, aunque su traducción en escaños es más bien escasa: mantienen los 25 actuales o suben uno. El PSOE reduce su diferencia con el PP, que llegó a ser de 22 puntos en 1995, 1999 y 2011 a sólo cuatro, lo que supone la distancia más corta desde el empate registrado en 1987.

El gran beneficiado del terremoto electoral sería Ciudadanos que vería multiplicados sus apoyos por dos y pasaría del 10,3 por ciento de las papeletas logradas hace tres años a una intención de voto del 22 por ciento, lo que supone romper el techo histórico del tercer partido en la Comunidad y superar el 19 por ciento de apoyo que logró el CDS en 1987.

Según el sondeo de Sigma Dos para Ical, este fuerte incremento se concreta en una subida de cinco a 17 procuradores, uno menos de los que obtuvo la formación de Adolfo Suárez en la segunda Legislatura. El partido naranja incrementa su representación en 12 escaños, es decir, triplicaría su grupo e incorporaría a su disciplina todos los representantes que los ‘populares’ pierden en la Comunidad.

Por el contrario, el descenso más acusado se produce en las filas de Podemos e Izquierda Unida, que el sondeo valora de forma conjunta. La coalición no puede mantener el nivel de respaldo de 2015 y se deja 5,7 puntos para quedarse en el 10,6 por ciento del electorado. La coalición que dirige Pablo Fernández en Castilla y León perdería entre tres y cinco escaños respecto a la suma actual de Podemos e IU, y obtendría entre seis y ocho representantes.

La encuesta de Sigma Dos para Ical apunta a la pérdida de representación de UPL en las Cortes autonómicas por primera vez desde 1995, si bien fuentes de la empresa demoscópica explican que formaciones de este tipo suelen manifestar intenciones de voto muy bajas entre las votaciones, pero su electorado se activa a medida que se aproxima la fecha de los comicios.

El sondeo se realizó entre los días el 25 y el 29 de junio a partir de 2.200 entrevistas, por lo que recoge ya tanto el resultado en el electorado de la moción de censura de aupó a la Presidencia del Gobierno al socialista Pedro Sánchez, como el proceso de primarias del PP tras la renuncia de Mariano Rajoy.

En este escenario cambiante, se configura un mapa político inédito en Castilla y León y muy abierto, dado que el Ejecutivo podría formarse a partir de la suma de los representantes de PP y Ciudadanos, de los de PSOE y Ciudadanos y la más improbable de populares y socialistas. La mayoría absoluta se situará en los próximos comicios en los 41 procuradores, al perder la Comunidad tres escaños correspondientes a las provincias de León, Salamanca y Segovia.

Provincias: León sería la única en la que el PP lograría mantener la representación

Burgos, Salamanca y Valladolid liderían la pérdida de representación del Partido Popular si hoy se celebraran las elecciones autonómicas, mientras que Ciudadanos sería el partido en alza y ganaría escaños en ocho de las nueve provincias de la Comunidad. El PSOE perdería un escaño en León, pero ganaría uno en Valladolid, donde se convertiría en la primera fuerza en intención de voto y podría sumar otro más en Zamora. En ambas circunscripciones los socialistas subirían por encima de la media. La posible coalición entre Podemos e IU no sólo no sumaría, sino que perdería entre tres y cinco de sus diez procuradores, con especial incidencia en la provincia vallisoletana donde podría dejarse dos y se quedaría sin representación en Segovia y Zamora. La Unión del Pueblo Leonés dejaría de tener la representación en las Cortes de Castilla y León, que de manera consecutiva ha cosechado desde 1995.

Este es el escenario político que dibuja la encuesta de Sigma Dos para la Agencia Ical en la intención de voto si hoy fueran llamados a las urnas los castellanos y leoneses para elegir a sus representantes en las Cortes, algo que oficialmente se producirá en mayo de 2019, pero con menos escaños en el hemiciclo, dado que la pérdida de población actual -de confirmarse en el padrón del próximo mes de enero- supondrá tres procuradores menos y se pasará de los 84 a 81, con la merma de uno en León, Salamanca y Segovia, en cada caso.

Respecto a la intención de voto, los ‘populares’ obtendrían sus mejores resultados en Ávila y Segovia, con porcentajes que rondan el 40 por ciento y, en un escenario de bajas generalizadas en intención de voto, lograrían mantener el tipo en esta última provincia, así como en León y Soria con descensos de uno o dos puntos. Por el contrario, las circunscripciones que más castigarían a esta formación son Burgos, Zamora y Valladolid y Zamora, con descensos de 7, 6 y 5,7 puntos respectivamente.

El PP bajaría del 30 por ciento en intención de voto en Burgos (28-29 por ciento) y rondaría esta cifra en provincias como Valladolid y León, donde se puede hablar de empate técnico con el PSOE. Con más apoyo figuran las circunscripciones de Soria (34-35 por ciento), Zamora (35-36 pro ciento) y Palencia y Salamanca (36-37 pro ciento).

Con esta intención de voto, León sería la única provincia en la que el partido liderado en la Comunidad por Alfonso Fernández Mañueco lograría mantener la representación, mientras que en Burgos, Salamanca y Valladolid bajaría hasta dos procuradores. En el resto, se dejarían un escaño.

En el caso del PSOE, a excepción de Palencia y Soria, donde mantienen su intención de voto (29 por ciento en la primera y 31 por ciento en la segunda), experimentaría incrementos en todas sus circunscripciones, pero sus mayores subidas serían en Segovia (cuatro o cuatro puntos), Valladolid (cinco puntos) y Zamora, donde llegaría a crecer entre 7 y 8 puntos. En el resto, el crecimiento se situaría en torno a dos o tres pungtos.

Zamora (32-33 por ciento) y Segovia y Soria (30-31 por ciento) son las provincias donde los socialistas obtendrían más respaldo, seguidas de Valladolid (30-31) y Palencia (29-30 por ciento), mientras que Ávila continuaría siendo la gran asignatura pendiente y se situaría en torno al 24 o 25 por ciento. Con este resultado, los socialistas mantendrían su representación en todas las provincias, excepto León, donde bajarían un escaño, y Valladolid, donde lo subirían. En Zamora podrían lograr otro.

Ciudadanos crecería en toda la Comunidad, especialmente en la circunscripción vallisoletana, donde triplica los sufragios de las últimas elecciones, al subir 17 o 18 puntos; en León, donde duplica su intención de voto y sube 13 o 14 puntos y Burgos, con 11 o 12 puntos. En el resto de provincias el crecimiento se situaría en torno a ocho o nueve puntos. La formación naranja obtendría su mejor resultado en Valladolid, con un 26-27 por ciento de intención de voto; seguida de Burgos (23-24 por ciento ) y León (22-23 por ciento). En Salamanca, rondaría el 22 por ciento, mientras que en Ávila y Soria llegaría en el 21 por ciento. Los peores resultados los obtendría en Segovia (15-16 por ciento), Zamora (16-17 por ciento) y Palencia (18-19 por ciento).

Con este resultado, el partido de Luis Fuentes ganaría escaños en ocho de las nueve provincias y mantendría procuradora que tenía en Ávila. Especialmente significativo son los cuatro escaños que el sondeo le confiere en Valladolid, donde en la actualidad sólo tiene uno, y los tres que le da en Burgos y León. En Salamanca sumaría uno al actual y el resto de provincias, Palencia, Segovia, Soria y Zamora entraría en las Cortes por primera vez.

Por el contrario, la coalición de Podemos e Izquierda Unida bajaría en todos los territorios, pero especialmente en Valladolid donde se dejaría entre nueve y diez puntos. En León, Segovia y Soria los descensos se situaría en torno a cinco o seis puntos y en Salamanca y Zamora, sobre los cuatro o cinco. Esta coalición tendría su mejor resultado en Burgos y Ávila, con un apoyo del 15-15 por ciento y del 11-12 por ciento del electorado, respectivamente. En torno al diez u once por ciento se situaría en las provincias de León, Palencia y Zamora y en torno al nueve o diez por ciento en el resto.

De acuerdo a esta intención de voto, estas formaciones de izquierdas se dejarían dos de los tres procuradores que tienen ahora la suma de Podemos e IU en Valladolid, uno de los dos que tiene en León y también perderían la representación en Segovia, mientras que en Zamora está en riesgo.

El sondeo de Sigma Dos para Ical pone de manifiesto también un descenso del voto de UPL en León, desde el siete por ciento actual al cuatro o cinco por ciento, lo que le dejaría sin escaño. No obstante, fuentes de empresa demoscópica señalan que el electorado de ese tipo de formaciones suele hacer patente sus preferencias a medida que se acerca a campaña electoral.

La provincia de Ávila, que mantiene sus siete procuradores, refleja una caída en torno al cinco por ciento en los votos al PP y perdería uno de sus cuatro representantes. El PSOE mantendría sus dos escaños, pese al leve incremento del dos por ciento en voto, mientras que Ciudadanos subiría entre el nueve y diez por ciento, pero insuficiente para sumar otro representante a su uno actual. Unidos-Podemos estaría entorno al 11 por ciento en estimación de voto, tres puntos menos, y rozaría el procurador.

En Burgos, con el reparto de 11 procuradores, el PP pasaría de cinco a tres, al disminuir sus votos entorno al ocho por ciento, que no tiene un efecto en el PSOE, ya que mantiene sus tres escaños, pese a la leve subida de un tres por ciento. El beneficiado en la caída del centro derecha es Ciudadanos, que pasaría del 12 al 23 por ciento en intención de votos y tiene su reflejo en triplicar sus procuradores, hasta tres representantes en la Cámara autonómica. Unidos-Podemos perdería uno de sus dos escaños, al bajar sus votos en un cuatro por ciento.

La provincia de León pasaría de 14 a 13 escaños, cuyo reparto sería de cinco para el PP -los mismos que ahora y un dos por ciento menos de votos-, cuatro para el PSOE -uno menos y un leve aumento del dos por ciento en voto, donde menos sube-, tres para Ciudadanos -dos más y casi triplica resultados-, uno para Unidos-Podemos -uno menos y una caída de seis puntos en voto- y cero para Unión del Pueblo Leonés -tiene ahora uno y un descenso de tres puntos-, lo que supondría pasar a fuerza extraparlamentaria y dejar de tener la representación consecutiva en el hemiciclo desde la IV Legislatura (1995-1999).

El PP bajaría unos cinco puntos en Palencia y pasaría de cuatro a tres procuradores; el PSOE se mantendría con un 29 por ciento de votos y sus dos escaños en esta provincia; Ciudadanos conseguiría un representante -ahora no tiene por esta circunscripción- al subir un ocho por ciento su estimación de voto y Unidos-Podemos conservaría su procurador, pese a caer un cuatro por ciento en apoyos.

Salamanca elegirá un procurador menos -diez-. De ellos el PP conseguiría cuatro, dos menos que ahora al caer un seis por ciento en voto y el PSOE mantendría sus tres actuales, con un tres por ciento menos de apoyos. De nuevo Ciudadanos se presenta como tercera fuerza, al alzarse con el 21 por ciento de votos, casi un diez por ciento más y pasaría de uno a dos procuradores. Unidos-Podemos caería un tres por ciento, pero conservaría su actual representante.

Segovia es la tercera provincia que pierde un representante. Serían seis los electos. El PP perdería uno con un uno por ciento menos de votos; el PSOE conservaría sus dos escaños, aunque subiría un tres por ciento, y Ciudadanos obtendría un representante, que dejaría de tener Unidos-Podemos. La formación naranja registra el mayor incremento, en torno al seis por ciento.

En Soria, con cinco escaños, el reparto sería de dos procuradores para el PP -uno menos- y dos para el PSOE -los mismos-, pese a que el primero perdería un dos por ciento de votos y el segundo se mantiene en apoyos, entorno al 31 por ciento. Ciudadanos irrumpiría en el mapa soriano, con un representante y casi un diez por ciento de incremento. Unido-Podemos también caería -un cinco por ciento- y no conseguriía presencia en esta provincia en las Cortes.

Valladolid con 15 procuradores es la que tiene más representantes en la Cámara. El PP pasaría del 35,7 al 29 por ciento en votos y de siete a cinco escaños y el PSOE del 25 a un 31 por ciento -única provincia en la que los socialistas superarían a los populares- y de cuatro a cinco. Es Ciudadanos la que registraría sus mejores datos en este territorio en el conjunto de la Comunidad, al triplicar sus votos -8,9 al 26 por ciento- y de un procurador podría llegar a cuatro. Al contrario, Unidos-Podemos con tres -suma el actual de IU-, se quedaría con uno y del 19,3 llegaría al 9 por ciento en estimación de voto.

Zamora es otra de las provincias con el mayor descenso del PP y mayor ascenso del PSOE. Sus siete representantes serían tres para los populares -uno menos y un seis por ciento menos de votos-; tres podrían tener los socialistas -uno más al subir un siete por ciento en voto-; uno obtendría Ciudadanos -ahora no tiene-, ya que duplica sus votos -7,8 al 16 por ciento-, mientras que el único escaño de Unidos-Podemos estaría en el aire, al reducir sus apoyos un cinco por ciento.