Comienza agosto, es media temporada para todos los bomberos forestales de Cueto empleados durante el verano. Su base, situada en Sancedo, es la única helitransportada del Bierzo y responsable de sofocar los incendios de la zona. Para los veteranos, es un verano relativamente tranquilo, una situación inimaginable un año atrás por estas fechas. El buen tiempo ha facilitado el trabajo estos últimos meses, aunque por buen tiempo entendamos temperaturas moderadas y lluvias tardías hasta junio.
“Este año nada tiene que ver con el anterior” asegura uno de sus trabajadores. “Los incendios forestales que ha habido, en su gran mayoría, han sido muy reducidos. Las lluvias hasta junio han tenido mucho que ver, hace un año había una mayor cantidad de incendios con amplias extensiones quemadas, la sequía que pasábamos se veía reflejada en el monte, que se convertía en el combustible perfecto para las llamas”.
De hecho, más del 90% de la superficie quemada en el Bierzo, durante el pasado año, se debe a causas naturales. La escasa humedad en el terreno, las tormentas eléctricas, el viento y las altas temperaturas, eran el cóctel perfecto para convertir en escasos minutos unas tímidas llamas en un gran incendio. De hecho, un rayo caído en la falda de La Aquiana fue el motivo que arrasó en tres días más de 1500 hectáreas a finales del mes de julio. Este año, ningún incendio ha superado las dos hectáreas.
Fue el incendio más desolador del verano, una mano negra sobre los Montes Aquilianos que provocó el desalojo preventivo de varias localidades bercianas: Ozuela, Rimor, Orbanajo, San Adrián y Ferradillo.
Sin embargo, poco se ha notado en la base berciana, pues “las condiciones siguen siendo pésimas, es cierto que han alargado los contratos, igual de estar 3 meses en temporada son 5, pero no hay más gente, supongo que poco a poco irá mejorando todo porque seguir así es insostenible, pero no es por el desastre del año pasado en concreto”. Cabe reseñar que cuando se declaró el incendio en los Aquilianos, la cuadrilla berciana encargada se encontraba en otro punto geográfico, en Los Ancares, por lo que tuvieron que desplazarse para su extinción desde Palencia.
Este año el clima por fin acompaña, “las temperaturas nunca suben de los 35ºC, se ha mantenido la humedad en el monte, y cuando ha habido tormenta, le ha seguido agua”. También es cierto que ha habido pequeños incendios, muchos de ellos intencionados, como los acontecidos en Balboa el pasado fin de semana. Se llegaron a registrar hasta 3 fuegos diferentes en 3 días, todos ellos intencionados y muy cerca del festival de música Reggaeboa. Otros, como el de Villar de Acero en junio, sí que fueron a causa de los rayos, pero se extinguen en el propio día. Además, “muchos pueden prevenirse cuidando mejor el monte” asegura este forestal.
Pero es pronto para cantar victoria, “tampoco nos podemos relajar, todavía queda mucha temporada, es esperable que los incendios comiencen a incrementarse en las próximas semanas ya que no ha vuelto a llover, y quitando la excepción del año pasado, el Bierzo cuando más problemas da, es alrededor de septiembre, e incluso octubre”.
“Es importante poner en valor que la lucha contra el fuego no comienza a la hora de sofocarlo, si no mucho antes, tiene que haber una acción preventiva y formación de los bomberos, que sepan lo que se pueden encontrar y cómo actuar”. De hecho, esta base de incendios cuenta con una cuadrilla de personas durante todo el año que cuidan de las labores preventivas y acuden a los incendios primaverales y de invierno, como el de La Baña durante la pasada Semana Santa. Durante el verano se contrata a un mayor número, siendo este año 24 trabajadores divididos en 3 cuadrillas y tres técnicos.
Para la formación de los nuevos bomberos, además de varias horas de preparación física, hay tareas de base y prácticas de simulación de incendios que consisten en línea de defensa, marcha con herramientas simulando estar en un incendio, y tendido de manguera acompañado de un camión autobomba. Cuando no hay incendios se estudia y repasa la teoría para mejorar la técnica en futuras intervenciones.
A nivel autonómico los montes cicatrizan tranquilos. Hasta el momento se han registrado un total de 670 incendios, similar a cifras de otros años, pero 550 han sido conatos. En cuanto superficie arrasada, han sido 400 hectáreas frente a las 80.000 a estas alturas del pasado año.