La naturaleza del Bierzo bien merece un premio: el del cuidado y el respeto, para su mejor conservación para el presente y el futuro. La sostenibilidad es la mejor inversión para las próximas generaciones de bercianos, que deberán seguir afrontando el reto común de luchar frente al cambio climático.
En este propósito compartido entre el mundo empresarial, las instituciones y toda la sociedad, disponer de energías limpias es un paso fundamental contra el calentamiento global. En este marco, empresas pioneras en las energías renovables, como Forestalia, convierten en realidades los buenos propósitos.
El Bierzo, pionero
Forestalia apostó por el Bierzo para impulsar su primera planta de generación eléctrica mediante biomasa agroforestal, ubicada en Cubillos del Sil. Junto con Forestalia, participa en el proyecto la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl).
La generación eléctrica mediante biomasa conlleva importantes ventajas sociales, ambientales y económicas. Esta tecnología tiene un balance global neutro de CO2, algo fundamental para luchar frente al cambio climático.
El funcionamiento de la instalación, situada en el Polígono El Bayo, aporta en torno a 400 empleos directos e indirectos, sumando los puestos de trabajo en la propia planta, las actividades agroforestales y el transporte de la biomasa necesaria.
La planta se alimenta principalmente de biomasa forestal, procedente en buena parte de trabajos de limpieza de bosques, que ayuda a la prevención de incendios. La caldera también es capaz de admitir una proporción de biomasa agraria, principalmente paja.
El suministro de biomasa forestal y agrícola cumple los criterios de sostenibilidad según la Directiva Europea 2018/2001. El certificado correspondiente ha sido renovado recientemente este mismo año, bajo el SURE-EU Certification Scheme.
La planta es medioambientalmente puntera: mediante unos sistemas de depuración de gases de última generación, se garantizan unas emisiones a la atmósfera muy por debajo de los niveles fijados por la normativa vigente, ya de por sí muy exigente.
Las buenas noticias hay celebrarlas, pero también sería una buena noticia que los restos de árboles depositados en los cauces de los ríos y sobretodo en los pilares de los puentes sirviesen como combustible a la planta