El alcalde de Igüeña ha confirmado que las últimas 60 casas del poblado minero de Tremor de Arriba, que salieron a la venta entre 3.500 y 3.800 euros, ya tienen propietarios. Con estas 60 viviendas, termina el proceso de venta de un total de 136 pisos durante los últimos cinco años para atraer población al municipio. Provienen de edificaciones construidas por empresas mineras con un crédito del extinto Instituto de la Vivienda, pero los trámites legales para formalizar dichos bienes inmuebles no se completaron en su momento. Como dice el alcalde, Alider Presa, “existían físicamente pero no legalmente”.
Estas viviendas pasaron a ser propiedad de la Junta de Castilla y León y más tarde se hizo responsable de ellas el Ayuntamiento, hoy presidido por Presa. Al no existir títulos de propiedad, la entidad autonómica y el gobierno municipal tuvieron que empezar por realizar el proyecto que permitiera culminar, como está ocurriendo ahora, el proceso de enajenación.
En una primera fase, se dio prioridad a los “ocupantes”, las personas de facto viviendo en estos apartamentos, para que, por decirlo así, regularan (si querían) su situación. Más tarde, pudieron optar a comprar las casas los habitantes de la pedanía de Tremor de Arriba y del resto del municipio de Igüeña, en la ribera del río Boeza. La última fase, en la que actualmente se encuentra el proceso, es libre: ahora cualquier interesado o interesada puede adquirir una de estas, ahora así con todas las letras, propiedades. De las 140 viviendas iniciales, 4 se reservaron para la Junta Vecinal de Tremor y para la Guardia Civil.