PREMIOS MUJER 2024
PREMIOS MUJER BIERZO

Fani Lolo: relevo y futuro en la ganadería de Lindoso

Nos acercamos al municipio de Vega de Valcarce para conocer a esta joven que quiere seguir viviendo en su pueblo y que lidia con la burocracia, los altos precios y el lobo para sacar adelante su explotacion ganadera
Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

Estefanía Lolo es de Lindoso. Vive en su pueblo, desde donde gestiona una explotación ganadera de más de 150 vacas. Cría varias razas: asturiana de los valles, asturiana de montaña y “estamos metidos para recuperar la raza mantequera leonesa”, cuenta esta berciana.

Acompañada de sus perros, las jornadas de trabajo son largas. Se mueve por el valle llegando incluso hasta Galicia, a As Rubiáis, a casi 1.000 metros de altura. En esta zona del Bierzo, los lazos con los vecinos gallegos son fuertes e incluso se notan en la lengua. Fani y su familia hablan en gallego, “una mezcla de gallego y castellano”, dice, aunque fuera de casa se pasa al castellano.

Lo de la ganadería le viene de familia. Para ella, la ciudad “no es lo mismo” pues le gustan la naturaleza y los animales. “Esta es mi vida” y aunque nunca se sabe las vueltas que puede dar, “yo en la ciudad no me veo”, dice.

Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

El abandono de las carreteras y de los montes son dos problemas que encuentra en su vida. Al dedicarse a la ganadería hay más complicaciones: la burocracia, la nueva reforma de la Pac, la subida de los precios… Con sus vacas por altos montes comunales, la cobertura no es algo con lo que cuente. Si llama a su pareja, con quien gestiona su empresa ganadera, seguramente no pueda contactarle. Tienen que subir a lo alto del todo, a la vista de los repetidores, a sitios donde encuentran cobertura.

Mucha burocracia para los ganaderos

Pero el gran quebradero de cabeza para los ganaderos es la burocracia. “Además, cada vez exigen que hagas más cosas con el ordenador”, algo que para ella no es tanto obstáculo pero piensa que para la gente mayor sí lo es.

Como otros en su sector, está preocupada por la reforma de la Política Agracia Comunitaria, que les obligará a tener localizados mediante un reporte diario dónde están todos sus animales. Eso es imposible de llevar a cabo si se tienen 150 cabezas de ganado en cientos de hectáreas de monte.

Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Además, la administración es lenta a la hora de tramitar ayudas y subvenciones. Tardan mucho en llegar y eso hace que crezca el abandono del mundo rural. Por ejemplo, están a la espera desde más de un año de una ayuda para un desbroce de una pista y no hay respuesta y no pueden hacerlo ellos solos dados los precios del gasoil.

Pero siguen adelante. “Somos luchadores”, señala esta ganadera. “Te tiene que gustar esto para vivir aquí”, cuenta Fani mientras recuerda que de muy pequeña ya ordeñaba las vacas, para asombro de quienes pasaban por el pueblo. “Yo soy feliz aquí”, confiesa esta mujer de Lindoso, aunque “sabes a que hora te levantas pero la hora a la que terminas no”, dice de sus jornadas de trabajo, que combina con su vida social, generalmente bajando a Herrerías para estar con sus amigas.

Distintas razas de vaca

Buena parte de las vacas de Fani están en montes comunales, sueltas todo el año. La asturiana de montaña y la mantequera son “más duras”, aguantan mejor. La asturiana de los valles coge más peso pero esas tienen que resguardarlas en invierno. Para ellas, siegan fincas llanas por las que pueda pasar la maquinaria de cara a obtener hierba con la que alimentarlas durante esos meses de fresco.

Dependiendo de cómo estén los precios, a veces venden los terneros pequeños, pasteros, para criar, y otras al carnicero, principalmente, a uno de Villafranca. Curiosamente, nos cuenta Fani, esa carne vuelve al municipio de Vega de Valcarce a algunos de los comercios de hostelería de la zona.

Uno de los toros de Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Recuperación de la mantequera leonesa

La mantequera leonesa que se quiere ir recuperando en la provincia es “la vaca de toda la vida”, nos cuenta Fani, “delgadita con mucha ubre”. Es de muy alta calidad debido a que da mucha leche, lo que hace que la carne de los terneros sea mejor. Pero no crece tanto y en canal pueden quedar por debajo de los 200 kilos.

Cuando empiezan a ver síntomas de que van a parir, tienen que redoblar la vigilancia. Como están sueltas, por el monte, con la compañía del toro, Fani no conoce el momento exacto en el que se quedan preñadas sus reses. Por eso, cuando notan que se acerca el momento del parto, tienen que ocuparse de esa vaca.

Otra compañía que tienen las vacas es la visita del lobo. Estas van en aumento, nos cuentan en Vega de Valcarce. El año pasado, Fani sufrió en su explotación cuatro ataques que se llevaron por delante cuatro terneros. Este año, van dos y una vaca. En esas ocasiones, tiene que cubrir un parte que va a Medio Ambiente “y veremos si te lo pagan”. “Llegar ahí y encontrarte los cuernos y el esqueleto” no es plato de buen gusto y además, lamenta esta ganadera, se está intentando recuperar una raza (la mantequera) y “parece que el lobo ataca a las que tienes más capricho”.

Ganadería en Vega de Valcarce

Fani calcula que en cada pueblo de la zona habrá uno o dos ganaderos. Es el principal modo de vida de estos valles junto al Camino de Santiago. Sigue siendo un sector muy masculino pero “ahora ya empieza a verse un poco más normal” que una mujer se dedique a las labores del ganado. Cuenta que todavía nota algo de extrañamiento cuando, por ejemplo al ir a pasar la ITV, “se quedan mirando en plan ‘es una mujer la que conduce el tractor’”. También nota esa mirada en algunos peregrinos. “Una mujer puede desempeñar el mismo trabajo que un hombre”, recuerda Fani Lolo, porque aunque no tenga tanta fuerza “puedo conducir el tractor”.

Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Preocuparse de lo rural

Hace falta un “giro grande para preocuparse de lo rural”, considera Fani. Las comunicaciones son otro problema. La carretera a Lindoso no recibe casi luz del sol en invierno y las heladas la vuelven intransitable. El año pasado, Fani y su familia tuvieron que insistir y pelear para que estuvieran viniendo a echar sal pues debido a un problema médico de su padre, que lo tenían que trasladar cada semana en ambulancia a Valladolid, iban a buscarle a las 5 de la mañana.

Los árboles caídos a veces hacen imposible el paso. En las vías más principales, esto se soluciona con más facilidad pero en las pistas y carreteras que usan Fani y otros ganaderos para su trabajo, no se puede esperar. Por ello lleva una motosierra en la furgoneta, para liberar el paso en los caminos que necesita cruzar para cuidar de su explotación.

El la zona del Valcarce hay bastante oposición vecinal a la instalación de parques eólicos. Para esta ganadera, esto no supondría un problema para su negocio excepto “los destrozos que harían para poner los molinos” en lo alto de los montes, carreteras, pistas y demás. Pero reconoce que “a mí no me gustaría ver los montes llenos de molinos”. Se perderían unas vistas que para esta habitante de Lindoso “yo creo que no las hay mejores”.

Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Relevo generacional en la ganadería de Lindoso

“Somos jóvenes y tiraremos del carro”, cuenta Fani. “No vas a abandonar lo que te gusta”, dice de su modo de vida. Pero habría que “desbrozar más”, el monte está abandonado y solo los ganaderos procuran tener las fincas limpias. Considera que los legisladores deberían “estar aquí y ver lo que es trabajar con el ganado”, lo que cuesta, los problemas a los que se enfrenta el sector: el lobo, la despoblación, la subida de los precios…

Insiste en que si toda esta burocracia y tecnología “te pilla a punto de jubilarte” seguramente suponga el fin pero ella se ve con fuerzas para salir adelante. Espera así poder seguir con su vida en Lindoso, donde viven una quincena de personas. La más joven es una chica que va al instituto. La paz del pueblo, el trabajo en los montes, el cuidado del ganado y la lucha contra la burocracia forma parte de un modo de vida, el de Fani Lolo, elegido y que da continuidad a su dedicación familiar a la ganadería. Entre el Bierzo y Galicia, esta ganadera del municipio de Vega de Valcarce va a seguir, jornada a jornada, sacando adelante su explotación y siendo feliz con la vida elegida.

Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Premios Mujer Bierzo 2023

El Ayuntamiento de Vega de Valcarce, con la alcaldesa María Luisa González Santín al frente, ha propuesto a esta ganadera berciana como nominada a los Premios Mujer Bierzo 2023 que organiza El Bierzo Digital. Estos premios buscan reconocer y galardonar la encomiable labor de todas las mujeres y, especialmente, de las de nuestra comarca.

Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Algunas de las vacas de Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Los perros de Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

 

Los animales de Fani Lolo, ganadera en Lindoso. / QUINITO

Un comentario en “Fani Lolo: relevo y futuro en la ganadería de Lindoso

  1. Lo de Fani Lolo. Ganadera de Lindoso, aunque ella dice que es la vida que le gusta, me parece una vida muy dura y sacrificada.
    Le mando mis felicitaciones por vivir como una vecina más del pueblo y llevar su dura carga como quien “no hace nada especial”

Los comentarios están cerrados.