Fachas

Recientemente se ha inaugurado en Vigo una exposición espléndida sobre Madre Teresa de Calcuta., una monja católica que se ha ganado la admiración del mundo entero por llevar a la práctica la doctrina de Jesucristo. Pues bien, gentes “progresistas” no dudaron en protestar, de manera intolerante, por dicha exposición, aduciendo que se trata de una apología del catolicismo. Como si el catolicismo fuera un virus peligroso. Parece ser que no les gusta que Madre Teresa haya sido una firme defensora de la vida humana desde sus comienzos. O sea, que Madre Teresa es una “facha”.

No es ningún secreto que cuando alguien de izquierda se encuentra con personas que piensan de manera diferente a la suya tiende a tildarlas de “fachas”, considerando esta palabra como despectiva, haciendo de esta palabra un insulto. Insultar a otra persona por el simple hecho de que piense de forma diferente, además de ser una falta de respeto, es una conducta antidemocrática que puede degenerar en totalitaria.

Resulta curioso que personas que se autoproclaman demócratas y defensoras de la libertad son ejemplo vivo de intolerancia. Alguien pensará que uno está obsesionado con la izquierda, pero es que los católicos no podemos ser tan tontos que tiremos piedras contra el propio tejado. Si constantemente nos están agrediendo, insultando, descalificando, ridiculizando, amenazando… al menos podremos manifestar nuestra disconformidad. Eso sí, nos llamarán fachas. Pero, ¿realmente quién es más facha?

Entre los derechos inalienables del ser humano está el de la libertad religiosa. Si yo insulto a una persona por sus creencias, no estoy respetando su libertad. ¿Se imaginan que un católico se dedicara a insultar a los musulmanes o a los budistas? Sería un escándalo. Sin embargo parece que meterse con los católicos  es un ejercicio muy sano. La veda está abierta y en España proliferan los actos de intolerancia contra los católicos. Lo malo no es que una minería sectaria actúe de esta forma. Lo malo es la indiferencia de la sociedad.