La alcaldesa y el equipo de gobierno del ayuntamiento de Fabero han mantenido una reunión con responsables de CCOO y UGT y la empresa Uminsa para analizar la situación en la que queda el municipio tras el previsible e “inminente cierre” del cielo abierto de la Gran Corta, que supondría la pérdida de 50 empleos más (recuerdan que Uminsa llegó a dar trabajo a 3.000 mineros), tras la negativa de Endesa a adquirir carbón para Compostilla II y ante la incertidumbre que rodea al sector de carbón, que a finales de año perderá las ayudas públicas.
Así, Fabero pide al nuevo gobierno socialista que se tomen medidas a dar solución al “grave problema que se presenta y que afecta tanto al empleo minero directo como al conjunto del municipio”. “Una transición, para que se considere justa, tiene que garantizar, entre otras, la seguridad y estabilidad del empleo de los mineros y una política de inversiones creíble y real, que atraiga empresas e industria a las cuencas, así como una garantía de respaldo a la generación de energía de las renovables que, a entender de todos los reunidos, puede y debe hacer el carbón autóctono tanto por cuestiones económicas como sociales y territoriales”, señalan en un comunicado todas las partes tras la reunión.