PREMIOS MUJER 2024

Explotar el bosque para recuperar la tierra

Un total de 190 personas de toda España se han formado en el programa ‘Vuelve a usar la tierra’ de la Asociación Forestal de Soria

Lucía Sánchez Es un colectivo en el que subyace la idea de la comunidad que es capaz de vivir de sus propios recursos, de recuperar las enseñanzas y saberes que un día sus antepasados desplegaron en los bosques, hábitats que, a su vez, correspondían con su, madera, con setas, con la caza y con la miel y que proporcionaban otro estilo de vida a sus pobladores que vivían en contacto con la tierra.

La Asociación de Propietarios Forestales de Soria (Asfoso) ha formado a 190 personas de toda España (el 40 por ciento de las cuales eran mujeres), muchas de ellas vinculadas con la provincia, en el proyecto ‘Vuelve a usar la tierra’, que pretende crear empleo recuperando oficios en torno al monte. Su presidente, Pedro Medrano, reconoce que la actuación es, en parte, “utópica”, como la mayoría que se disponen para repoblar el medio rural soriano.

Se enmarca dentro del programa ‘Empleaverde’ y cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, la Diputación Provincial de Soria y el Somacyl. Hasta los años 60, aproximadamente, eran más de 50 las personas que podían a llegar a vivir de sus montes y bosques del interior del país. Actualmente, estos montes, que comienzan a recuperarse, no emplean a absolutamente nadie, están en desusos y, en muchos casos, casi se han vuelto inaccesibles.

“No intentamos que 60 personas vivan del bosque pero sí cuatro. Nuestro objetivo es definir las posibles unidades de trabajo que tienen, que nosotros denominamos espacios campesinos, ya que son un conjunto de todo, de espacios forestales más cerrados, mezclados con otros más abiertos, con pastizales, con restos de huertos o terrenos agrícolas”, explica.

Estos espacios eran como relojes de precisión, cada pieza desempeñaba un papel dentro del todo. Todo funcionaba sincronizadamente, según Medrano, quien añade que las personas eran elementos de ese reloj. De ese modo, con los restos de ganado se abonaban los pastizales que proporcionaban unos suelos excepcionales donde pastaba el ganado. El resto de la poda se llevaba a casa para utilizarlo como energía. Hoy este ciclo completo se ha visto interrumpido, por lo que es hora de darle cuerda.

Líneas de trabajo

‘Vuelve a recuperar la tierra’ trata, en primer lugar, de identificar esas unidades campesinas, es decir, qué oficios se pueden desplegar en ese monte y reclutar a personas dispuestas a emprender el camino. De este modo, en las últimas semanas muchos jóvenes han descubierto que detrás de estos paisajes abandonados que se utilizan de contemplación o para darse un paseo hay unidades potenciales de trabajo y una oportunidad de subsistir.

En la puesta en marcha de este proyecto también están implicados los propietarios de los montes, que están siendo concienciados en la necesidad de que sus terrenos deben ser poblados y llenarlos de actividad proveniente de la propia comunidad para contribuir a que los pueblos permanezca vivos. “Se trata de que haya un desarrollo local y de evitar que venga una empresa externa explote los recursos y no deje valor añadido”, resume el presidente de Asfoso.

De este modo, se ofertó un modulo inicial obligatorio para los interesados que pasaba por el acercamiento al mundo de la empresa, la gestión de los recurso naturales y la propiedad forestal. Tras ello, el modulo práctico consistía en enseñar siete oficios, de los cuales, hasta la fecha se han impartido cuatro: apicultura (desarrollado en Guadalajara), guías micológicos (Nieva de Cameros, La Rioja); truficultura (Guadalajara) y decoración en elementos naturales (La Rioja). Han quedado fuera carboneo-leñas-trabajos forestales, ganadería extensiva y turismo ornitológico.

La fase de formación ha culminado y ahora se trata de poner en contacto a los propietarios forestales, que deberían arrendar o ceder su monte, y a los posibles repobladores y recuperadores de la tierra, es decir, “se trata de que las líneas confluyan y que los desempleados puedan poner en marcha esa economía circular y poner en marcha esos espacios infrautilizados”.

“Se trata de buscar fórmulas para que el monte sea rentable. Es decir, si un bosque es productor de níscalo y otro de boletus se podrían arrendar los dos al mismo empleado. Además, se establece un calendario con los oficios que se pueden realizar. Por ejemplo en enero trabajo de leñas, de marzo a julio apicultura, tras el verano las setas y la trufa y durante todo el año la decoración con elementos naturales”, describe.

En algunos casos volverlos a ponerlos en producción será una tarea ardua, ya que su dejación ha provocado el deterioro de sus infraestructuras estratégicas y hay que realizar inversiones estructurales importantes. Es por ello, que Asfoso se compromete a buscar vías de financiación para abordar a estas cuestiones.

Medrano asegura que de las casi 200 personas que se han formado había “militantes convencidos en la idea y otros que se han apuntado porque necesitan formarse en cualquier cosa”. Además, hay personas habilidosas y observadora y otros con mucha formación por lo que podrían dar otra visión a la explotación de los recursos naturales. En lo que respecta a la cesión de los terrenos, algunos propietarios de los Montes de Socios ya están convencidos que es hora de poner el reloj en marcha y otros en camino de hacerlo.

Antecedentes

Este proyecto tiene como antecedente el Programa Montes de Socios desarrollado también por Asfoso, encaminado a rescatar del olvido y poner en valor este tipo de montes en régimen de pro indiviso, tan comunes en la geografía española y que en muchos casos se encuentran prácticamente abandonados. Gracias a esta iniciativa, en la actualidad España cuenta con 51 juntas gestoras constituidas y con un colectivo de más de 15.000 personas directamente implicadas, principalmente radicadas en la provincia de Soria y que han podido recuperar sus bienes.

Sin embargo, en un proceso de autocrítica la Asociación percibió, que a pesar del “grandísimo paso” que se había dado no se conseguía la completa puesta en valor del territorio. De ahí el llenar de vida la tierra heredada.