PREMIOS MUJER 2024

Los estudios sobre el colapso del viaducto del Castro en la A-6 apuntan a una “concomitancia de varios efectos”

Los informes destacan que “no se puede establecer una causa única o principal” para el derrumbe de dos vanos en el mes de junio
Viaducto del Castro
Comienzo del desmontaje de las pilas 1 y 2 del viaducto del Castro sentido A Coruña de la A-6 en Vega de Valcarce. / C. Sánchez

El secretario de Estado de Infraestructuras, Xavier Flores, presentó este martes los dos informes preliminares que estudian las causas que provocaron el colapso, el pasado mes de junio, de dos vanos del viaducto del Castro de la autovía A-6, a su paso por el municipio berciano de Vega de Valcarce. Los dos informes, avalados por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, destacan que “no se puede establecer una causa única o principal” para el derrumbe y atribuyen el suceso a una “concomitancia de varios efectos”.

En ese sentido, Flores recordó que en el momento del colapso el viaducto estaba siendo objeto de una obra de emergencia, tras detectarse fallos en el sistema de impermeabilización que provocaban la corrosión de los cables de tensado. Durante las obras, se llevaron a cabo trabajos de hidrodemolición, una técnica consistente en romper el hormigón con agua a presión.

Según los estudios elaborados por las empresas Ideam y MC2, esta hidrodemolición es una “condición necesaria pero no suficiente” para el derrumbe. Al respecto, Flores explicó que estos trabajos fueron “la gota que colmó el vaso” y que se sumó a un “fallo por agotamiento” de los materiales, es decir, a que “el hormigón no se comportó con la resistencia esperada”.

En la misma línea, el secretario de Estado señaló que la pendiente del viaducto y la escorrentía de aguas cargadas con sales fundentes también afectó a las juntas de dilatación y de continuidad, “el punto más débil de la estructura”.

“Lecciones aprendidas”

Según Flores, el colapso de este viaducto debe servir como “lección de humildad” a la hora de abordar la construcción y conservación de este tipo de estructuras en zonas de montaña. Al respecto, recalcó que el viaducto sufría una “degradación acumulada de muchos años”, en los que “no había habido el mantenimiento adecuado”. “La decisión de actuar era imprescindible, la obra de emergencia era absolutamente necesaria”, insistió el secretario de Estado.

En ese sentido, las “lecciones aprendidas” tras el derrumbe servirán para que la reconstrucción y sustitución del viaducto se lleve a cabo con un nuevo diseño que permita asegurar la durabilidad futura de la estructura. Para ello, se minimizará el número de juntas de dilatación y se redistribuirán los esfuerzos en caso de fallo estructural.

Cronograma de futuro

Tras la presentación de estos informes preliminares sobre las causas del derrumbe, Flores recordó que “todavía tenemos trabajo por delante”. Al respecto, los técnicos continúan pendientes de la toma de algunas de las muestras más difíciles de obtener y de los resultados de la investigación sobre la cimentación de la pila que se desplazó cuando colapsó el primer vano del puente.

“No hemos estado parados en ningún momento”, explicó el secretario de Estado, que confió en poder abrir durante el segundo semestre de 2023 la calzada en sentido Madrid, que funcionaría inicialmente para ambos sentidos. Estos trabajos contarán con un presupuesto de 30 millones de euros, procedentes del fondo de emergencia.

De cara a 2024, quedaría pendiente la reapertura de la otra calzada, en sentido A Coruña, lo que requerirá de la reconstrucción de las pilas afectadas. Al respecto, el secretario de Estado defendió “el rigor, la transparencia y el diálogo” con los que el Ministerio ha abordado “desde el minuto cero” este asunto de la mano de la Junta y la Xunta de Galicia.