La estabilidad atmosférica marcará el tiempo en Castilla y León durante las navidades, con heladas y nieblas generalizadas, así como una ausencia casi total de precipitaciones. La única excepción será el cuadrante nordeste, donde podrían registrarse lluvias débiles. Esta situación se mantendrá no solo durante Nochebuena y Navidad, sino también en Nochevieja y Año Nuevo, según informó este miércoles Manuel Mora, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Mora explicó que esta estabilidad se verá interrumpida momentáneamente con la llegada de un frente y vientos del sur que provocarán una subida de temperaturas y lluvias el jueves. Sin embargo, el viernes regresará el bloqueo anticiclónico, con heladas, nieblas y cencelladas, salvo en el extremo norte de la Comunidad.
De cara al próximo invierno, que comienza oficialmente el sábado a las 10.21 horas, se prevé una temporada cálida y seca. Esta previsión llega después de un otoño cálido y húmedo, en el que las precipitaciones estuvieron un 5% por encima de la media. Además, el año hidrológico 2023/2024 ha destacado por la abundancia de lluvias, con registros un 16% superiores a la media habitual.
La temperatura media del otoño fue de 12,8 grados, lo que supone 1,1 grados por encima de la media. Sin embargo, hubo notables diferencias entre meses. Septiembre fue frío y húmedo, mientras que octubre resultó cálido y húmedo. La mayor anomalía se registró en noviembre, con una temperatura media 2,2 grados por encima de la media, convirtiéndose en el mes de noviembre más cálido desde 1961, con récords históricos en observatorios como los de Valladolid y Segovia.
En cuanto a las temperaturas nocturnas, la anomalía fue de 1,4 grados, mientras que las temperaturas diurnas estuvieron 0,7 grados por encima de la media. Durante este otoño, se registraron solo tres días de heladas y 10 días con temperaturas máximas superiores o iguales a 25 grados, frente a los 11 y 16 días del período de referencia 1991-2020.
Respecto a las precipitaciones, el balance fue desigual. Zonas como Soria y áreas de Burgos, Palencia y León registraron niveles de “muy húmedo”, mientras que el sur de la Comunidad tuvo una calificación de “seco”. La precipitación media fue de 198,2 litros por metro cuadrado. En algunas áreas del sur de Castilla y León y de las provincias de Burgos y Palencia, se recogieron menos de 100 litros, mientras que en puntos del norte y sur se superaron los 400 litros.
El otoño también estuvo marcado por episodios extremos de precipitación y viento. El 21 de septiembre se registró una intensidad récord en Soria, con 160,8 litros por metro cuadrado y hora, un dato histórico para la provincia. Además, el 9 de octubre, se alcanzaron rachas de viento excepcionales, como los 165 kilómetros por hora en La Covatilla (Salamanca) y los 143 kilómetros por hora en Camporredondo de Alba (Palencia).
Con estas previsiones, Castilla y León se enfrenta a unas navidades con tiempo estable, donde las heladas y las nieblas serán las protagonistas, acompañadas de temperaturas más suaves de lo habitual y pocas lluvias.