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M.A. / V.R.O. Desde este martes, el Consorcio para la gestión de actividades e instalaciones deportivas del Campus Universitario de Ponferrada ha entrado en fase de liquidación, paso previo a su total disolución.
Después de que el consejo general de este consorcio adoptase el acuerdo de disolución de la entidad y posteriormente se ratificase por los órganos correspondientes de los entes consorciados, Universidad de León y Ayuntamiento de Ponferrada, la entidad ha pasado a denominarse “consorcio en liquidación”, según publicaba hoy el BOP. El organismo mantendrá de momento su capacidad jurídica hasta la finalización del procedimiento de liquidación. Tras ello se procederá a la distribución de su patrimonio y la publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León, momento en que se producirá su total extinción.
La Junta Liquidadora estará integrada “por quienes ostentan en la actualidad los cargos de presidente, vicepresidente y secretaria del consorcio, ostentando dicha Junta las atribuciones que resulten necesarias para la liquidación y pago de obligaciones, liquidación y cobranza de derechos, distribución del patrimonio y cargas resultantes, incluyendo las posibles modificaciones presupuestarias que fueran procedentes”, según el boletín.
Así, los trabajadores de las instalaciones ven más cercana la amenaza de quedarse sin trabajo, tras asistir a la paulatina disolución del Consorcio y a la espera de que un día de esta semana les llegue la carta de despido que se hará efectivo el día 30. Por su parte, el Ayuntamiento, ahora encabezado por la alcaldesa Gloria Fernández Merayo, insiste que “lo van a solucionar” y que tanto los 16 puestos de empleo en juego como al disfrute de las instalaciones por los ciudadanos son una de sus prioridades.
Los trabajadores están a la espera de que se cumpla esa promesa y tenga lugar la reunión con Merayo para encontrar una desenlace satisfactorio al conflicto.
El problema comenzó cuando la Junta de Castilla y León, con las competencias en Educación, decidió no continuar con el Consorcio suscrito entre la Universidad de León y el Ayuntamiento de Ponferrada para la gestión conjunta de las instalaciones y que éstas puedan ser disfrutadas, además de por los universitarios, por los ciudadanos. Fue entonces cuando la ULE y el Ayuntamiento llegaron a un acuerdo para la firma de un convenio que sustituyera al consorcio, que sin embargo no pudo aprobarse en el pleno municipal al votar la oposición en su contra. En el convenio se incluía la adjudicación del personal y mantenimiento de las instalaciones a una nueva empresa, que mantendría el personal existente, al renunciar la empresa Clece a continuar con el contrato el verano pasado, prestándolo desde entonces a modo de prórrroga.
De esta manera, con el Consorcio en fase de extinción y con el convenio sin aprobar por el Ayuntamiento, las instalaciones se encaminan a su cierre a finales de junio, fecha en la que el Consorcio quedará extingido definitivamente. Desde entonces los trabajadores viene protagonizando reiteradas protestas, la última, en el pleno de investidura del viernes de la nueva Corporación local.