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El consejero delegado de Endesa, José D. Bogas, reiteró en su discurso ante la junta general de accionistas de la compañía, el compromiso de la eléctrica de impulsar la creación de un “gran polo de industria sostenible y circular” en la zona afectada por el cierre de la central térmica berciana de Compostilla II. “El plan de futuro para Compostilla contempla el desarrollo de 780 megavatios renovables con una inversión de 600 millones de euros”, apuntó Bogas, que recalcó que estos proyectos, unidos al desmantelamiento de la central, generarán alrededor de 1.000 empleos anuales durante los próximos cinco años.
Al respecto, el consejero delegado hizo mención en su discurso a Ponferrada como “lugar de nacimiento de Endesa” y destacó que “Endesa ni se va ni se desentiende de los lugares donde ha estado presente durante décadas y que son parte de su historia”. “Permanecemos con nuevas formas de trabajo, con un modelo sostenible en el tiempo y con un modelo de transición justa focalizado en no dejar a nadie atrás”, subrayó.
En ese sentido, Bogas insistió en que la empresa está comprometida con planes de futuro para todas las zonas afectadas por el cierre de las centrales de carbón, emplazamientos en los que la empresa tiene previsto invertir más de 4.500 millones de euros para desarrollar nuevos proyectos renovables y proyectos de hidrógeno verde. “Quiero señalar que, tanto en Andorra (Teruel) como en Compostilla, tenemos proyectos vinculados a hidrógeno verde, aunque es el de As Pontes (A Coruña) el más avanzado de los 23 proyectos que tenemos previstos en toda España”, señaló.
Por otro lado, Bogas reconoció que el cierre, en junio del año pasado, de la central térmica berciana y de la situada en la provincia de Teruel permite a la compañía avanzar en el camino de la descarbonización. “Con estos cierres, el 85 por ciento de nuestra producción peninsular está libre de emisiones, algo que estaba previsto para 2022 y que hemos logrado hacer en 2020”, concluyó.