Encuentro del Nazareno y La Dolorosa mirando al cielo

La lluvia está siendo la gran protagonista de la Semana Santa ponferradina de este año. Desde el pasado Viernes de Dolores los nazarenos miran al cielo antes de sacar a sus imágenes en procesión. El Silencio se recorrió con paraguas, la Santa Cena se adelantó y se le acortó el recorrido para tratar de evitar el chaparrón que finalmente cayó sobre religiosos y visitantes y este Viernes Santo ha amanecido también con precipitaciones.

A las nueve de la mañana daba comienzo el cortejo procesional y los pasos iban saliendo camino hacia la basílica de La Encina donde llegaron sobre las once. La imagen de Jesucristo portando la cruz hizo su presencia en la plaza de La Encina por la calle del Reloj. San Juan venía a su encuentro por Gil y Carrasco y cuando el párroco pronunciaba la frase “¡Corre, Juan, corre! Avisa a María!”, se producía el momento más emotivo de la procesión. Los cofrades portadores de la imagen del discípulo atravesaban corriendo la plaza de La Encina y llegó María, cubierta por un manto de luto.

El momento más emotivo tuvo lugar durante el sermón de la procesión, que este año recuperó la utilización de un catafalco tal y como inició la tradición en el siglo XVI, para permitir una mayor cercanía de los actos religiosos a los fieles y al público en general.

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