En el nombre de Ponferrada

Eso pensaron en la ejecutiva local del PSOE en Ponferrada y “en el nombre del municipio”, acordaron con su grupo en el Ayuntamiento, apoyar los primeros presupuestos, de la primera alcaldesa, de la primera legislatura insólita en tan amplia representación política, con los siete magníficos repartiéndose los sillones de la corporación. Desde el 13 de Junio, todos ellos lo sabían. Sabían que la nueva etapa de gobierno iba a ser complicada, de mucha mano izquierda, y ardua negociación, para poder ir sacando todos los asuntos de interés para el municipio. Después de anunciar una y otra vez que el equipo de gobierno estaba negociando con todos los grupos las cuentas de 2016, el PSOE dio la campanada. Mejor dicho, dio las campanadas, las doce que dan entrada al año nuevo. El año 2016 en el Ayuntamiento podrá trabajar sin unos presupuestos prorrogados. Una uva por cada mes y 12 meses de voto de confianza. Esa es la duración del lazo que en forma de presupuestos une al PP y al PSOE en el Ayuntamiento de Ponferrada, y que seguro veremos en otros parlamentos allende el Manzanal.

La alcaldesa llamó a la puerta de quien podía darle mayores garantías, y esa puerta se abrió a condición de limpiarse bien los pies en el felpudo. Las otras puertas, las de USE, PeC y PRB, no fue necesario tentarlas pese a que en varias ocasiones, la alcaldesa dijera que estaba al habla con todos. Al final reconoció que se estaba dialogando con quien tenía mayor representación. De esa manera no había que claudicar con condiciones esperpénticas, poco gustosas, ni tampoco arrimarse a compañías consideradas peligrosas. En el nombre de Ponferrada y si se cumple el acuerdo como nos lo han contado, sale ganando el municipio que corría riesgo de quedar petrificado sin proyectos ni inversiones que llevar a cabo. Esperemos que lo único pasivo del acuerdo sea solo la forma de votarlo en pleno, mediante abstención y no con el voto a favor. Porque al fin y al cabo de una o de otra manera el resultado es el mismo.

Un acto de responsabilidad, según dijo el PSOE, que demuestra en palabras de su portavoz en el Ayuntamiento que su grupo no está en la política solo para llevar la contraria al gobierno. Creo que es bueno encontrar la sintonía del progreso, entre dos rivales tan fuertes, y tan diferentes en formas de gestionar la política, aunque cada vez menos distantes. Son los ponferradinos los que tienen que salir ganando, y los políticos los que tienen que poner las condiciones para que así sea. El PSOE ha sido capaz de tragarse los sapos que varios de su propia casa soltaron en terrenos pantanosos. Parece que algunos lodos se van convirtiendo en tierra firme, en el nombre de Ponferrada. También el gobierno del PP ha sabido jugar bien sus cartas. Ahora queda por saber la posición de los otros 3 grupos, que dan color a la corporación municipal y que también habría que haber escuchado, tan atentamente como si la llegada a un acuerdo de presupuestos con ellos, también hubiera sido definitiva. Seguro que también tienen aportaciones de valía para Ponferrada.