PREMIOS MUJER 2024

En casa por Navidad, hasta en la distancia

Muchos bercianos vuelven a su tierra a pasar estas fiestas, pero otros lo hacen desde la distancia sin olvidarse de sus raíces
Lejos de su casa de San Esteban del Toral, los hermanos Guillermo y Rodrigo Torrente celebran juntos las fiestas en Evoléne (Ical)

Son muchos los bercianos que han cogido las maletas y un avión para pasar estas fiestas en casa, pero también los que vivirán las navidades a kilómetros de distancia, echando mano del teléfono o del socorrido Skype para estar un poco más cerca de los suyos.

Desde Doha (Qatar) ya ha llegado Daniel Martínez, natural de Santa Marina de Torre, que celebra estas fiestas en Valladolid con su familia y la de su mujer Lorena. Hay que aprovechar el tiempo y quitar la “morriña”. “Tengo la suerte de que Lorena y yo no hacemos lo clásico de dividirnos unos días con la familia de ella y otros con la mía, nos juntamos todos en nuestra casa, nuestros padres y nuestros hermanos, y ahora con muchos niños pequeños”, cuenta.

Y es que hace poco más de un año que Daniel vive en Doha, como fisioterapeuta en la Aspire Academy, el centro deportivo de alto rendimiento más grande del mundo, enclavado en este país árabe y donde trabajan profesionales de todos los rincones del planeta. “Parece la ONU”, bromea este joven, que forma parte del equipo que prepara a la Selección de Atletismo de Qatar de cara a la celebración del próximo Mundial, que precisamente se celebrará en esa pequeña península.

Este año puede celebrar las navidades en casa, ya que el año pasado había llegado en noviembre a Qatar y, por contrato, no podía salir del país hasta que pasarán los tres meses de su periodo de prueba. Pero no estuvo solo. El mismo día de Nochebuena, su mujer y su pequeño Marco aterrizaron en la capital catarí y, aunque ya tenía un grupo de amigos españoles que iban a cenar juntos, se los llevó a “un espigón que hay en el mar que tiene unas vistas espectaculares de todo el ‘skyline’ de Doha con los rascacielos al fondo” y preparó “unos bocatas con el chorizo que me había traído de España”.

“Como cena de Nochebuena en sí fue muy cutre, pero como detalle fue muy bonito”, reconoce Daniel, que así les presentó el lugar que iba a ser su hogar este año 2015, mientras en España sus familias cenaban también juntas aunque ellos no estuvieran y con una “visita virtual” a través de Skype. Y es que son los abuelos y abuelas los que lo pasan peor con la distancia, sobre todo cuando hay un nieto pequeño y otro llegará en junio. “Nos fuimos tres y regresamos cuatro”, bromea orgulloso el joven, que asegura que están “encantados” en Qatar y con el valor que dan a la familia en la cultura árabe. “No me pongo plazos para volver”, confiesa.

Carlos García celebra unas navidades muy diferentes en Bogotá, donde vive desde hace seis años (Ical)
Carlos García celebra unas navidades muy diferentes en Bogotá, donde vive desde hace seis años (Ical)

A miles de kilómetros

En el caso contrario está Carlos García, que pasa las navidades a 8.000 kilómetros de distancia de la casa de sus padres en Ponferrada. Él vive en Bogotá (Colombia) desde hace más de seis años y ahora es director de la carrera de Arte Dramático de la Universidad ‘El Bosque’, que compagina con diferentes proyectos de teatro y audiovisuales. Carlos reconoce que la Navidad en esas latitudes es muy diferente a España, especialmente si miras al termómetro.

“Paso la Nochebuena bien acompañado en Bogotá y el día de Navidad salgo a pasear en bicicleta por la ciudad, que suele estar muy tranquila y, además, con muy buen tiempo. Aquí el 25 de diciembre es similar al 6 de enero en España, los regalos se dan el 24 por la noche y al día siguiente todos los niños salen a estrenas sus bicis y sus juguetes”, cuenta Carlos, que después viajará a Medellín y a Costa Caribe, donde celebrará Fin de Año y Reyes, concretamente en un lugar llamado ‘Palomino’, “que es un verdadero paraíso junto a la sierra nevada de Santa Marta”.

Y es que será la primera vez que este ponferradino dé la bienvenida al nuevo año en la playa. “La diferencia más grande es el tiempo, aquí estamos en verano y coincide con las vacaciones de todo el mundo, por lo que Bogotá se queda casi vacía y la gente se va a sus pueblos o de veraneo a la costa, ya sea al Caribe o al Pacífico”, explica Carlos, que destaca que es “muy curioso” salir a pasear después de la cena de Nochebuena “y encontrarse la fiesta en las calles, las familias sacan la música fuera y suele haber muy buen ambiente porque la temperatura acompaña”.

Pero el buen tiempo no borra los recuerdos ni impide que se eche de menos a la familia. “Mis padres, mis hermanos, mi tía de 101 años, mi sobrina y la comida, sobre todo la comida”, confiesa Carlos, que asegura que, aunque en Colombia hay cosas muy ricas y toda la fruta del mundo, “esos botillos y embutidos bercianos no se encuentran por aquí”. “Prefiero un poco más de colesterol, pero ser feliz”, bromea. Así, recuerda que estuvo el pasado junio en el Bierzo y se quitó “un poco el mono” y que ha viajado algunas navidades desde que está en Colombia pero, apostilla, “en realidad me gusta más ir en verano para aprovechar más los días y hacer más cosas”. “Sé que a mi familia esta explicación no les convence demasiado, pero esto es así”, añade resignado.

“A veces cuando no estás allí en Navidad es duro, eso es cierto, pero procuro viajar de forma más o menos regular. Mis padres han venido a visitarme y creo que quedaron encantados con Colombia, e invito a todos a que vengan a conocer este maravilloso país porque merece la pena. Feliz navidad y prospero año nuevo a todo El Bierzo”, desea Carlos García Ruiz desde el otro lado del Atlántico.

También lejos de casa pasan estas navidades los hermanos Guillermo y Rodrigo Torrente, mientras su madre Charo es la que más siente la ausencia de sus “polluelos” en San Esteban del Toral (Bembibre) porque una madre nunca se acostumbra a no tener a sus hijos cerca. Ellos tienen la suerte de poder celebrarla juntos, aunque sea a más de 1.500 kilómetros de distancia, en la localidad suiza de Evolène, en el cantón francés del Valais, donde los dos trabajan en una estación invernal, uno en cocina y otro en sala.

‘Guille’ y ‘Rodri’ han celebrado la Nochebuena con un grupo de amigos, compartiendo una típica ‘raclette’ – una especie de ‘fondue’ característica de este cantón de Valais- con quesos suizos. Los dos coinciden en señalar que lo que más echan de menos en ese menú navideño es el marisco, aunque no faltará entre los vinos suizos y franceses también representación del vino del Bierzo. “Al rico mencía”, apostilla Rodrigo, mientras Guillermo reconoce que en estos días echa mucho de menos a la familia y a los amigos, especialmente en las interminables rondas de cañas por los bares de Bembibre.

Sea como sea, regresando a casa o a miles de kilómetros de distancia, estas fechas muestran que “el recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad”, como decía el escritor Charles Dickens, creador del más famoso ‘Cuento de Navidad’, para quien deben ser unos días felices que “hacen que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerden al abuelo las alegrías de su juventud y le transporten al viajero a su chimenea y a su dulce hogar”.

Daniel Martínez regresa de Doha, con su mujer Lorena y el pequeño Marco, para pasar la Navidad en familia en Valladolid y hacer una escapada al Bierzo (Ical)
Daniel Martínez regresa de Doha, con su mujer Lorena y el pequeño Marco, para pasar la Navidad en familia en Valladolid y hacer una escapada al Bierzo (Ical)

 

Un comentario en “En casa por Navidad, hasta en la distancia

  1. Besos y Feliz navidad para todas esas personas que por Un motivo u otro pasan estas fiestas lejos de los suyos. Yo tengo a tres personas lejos dos en los alpes franceses y otra en Londres, a dos los he visto en este reportaje y con la de londres hablo siempre que puedo. Feliz navidad y que el nuevo año traiga todo lo que habeis pedido

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