“Intento aprender de Roberto Puente en este tipo de concentraciones e intento asumir sus consejos rápidamente para ser uno más desde el primer día y sumar, sumar y sumar”. El joven salmantino Sergio Estévez, con sólo 20 años, es el ‘pequeño’ de la concentración de la Selección Castilla y León UEFA que estos días disputa en Baviera (Alemania) la XI edición de la fase final de la Copa de las Regiones. “Hay mucha ilusión y buena compenetración con los compañeros”, sostiene el central del Atlético Tordesillas, quien apela a esta su primera vez para destacar que es un “orgullo y responsabilidad representar a la Comunidad y a España” en un torneo de estas características.
Admite escuchar las recomendaciones de un veterano del balón como es Roberto García Puente, capitán del equipo, máximo goleador histórico de la selección, con nueve goles, con el conseguido en la victoria por 0-3 ante la selección de Hradec Kralove (República Checa) en el debut de la Selección en esta Copa de las Regiones UEFA, y uno de los que más minutos ha disputado con el combinado arlequinado: 1.385 en 17 partidos. La selección no se entendería igual sin la figura de Puente.
Quien sabe si el futbolista de Quintana de Fuseros dará en un futuro el testigo a jóvenes como Estévez. Por eso, les invita a tener en cuenta la responsabilidad que tienen en sus cabezas y en sus pies, pero les insta “a disfrutar de una oportunidad de sentirse profesionales aunque sea por unos días”. Pocos clubes, incluso de Primera y Segunda División, pueden presumir del cuerpo técnico con el que cuenta la Federación de Fútbol de Castilla y León. Con fisios a disposición de los jugadores, entrenador de porteros, primer y segundo técnico, analista de videos, preparadores físicos, utilleros, médico, intérprete, delegados…
La armonía entre nuevos y veteranos es una de las virtudes del grupo que dirige Mario Sánchez, sean quienes sean sus componentes. “Somos un equipo y es lo primero que intentamos transmitir a los jóvenes que llegan a la selección”, subraya el futbolista berciano, quien no esconde que “sería bonito poder ganar el torneo diez años después de hacerlo en 2009 la primera vez”. Un equipo en el que, casualmente, se encontraba su hermano Porfirio, quien también le ha transmitido algunos de los sentimientos y emociones que allí vivió aquel equipo dirigido por Javier Yepes en la fase final celebrada en Croacia.
Otra oportunidad
Puente insiste en que como capitán del equipo le encantaría poder levantar el trofeo dentro de una semana. “Imagino el momento en que el árbitro de la final pita la conclusión del partido”. El goleador del Atlético Astorga es uno de los que pide, entre comillas, más revancha. Sabe lo que es estar a un paso de la gloria en Turquía y que finalmente “se torciera todo”. “Pero el fútbol te suele dar otra oportunidad”. De hecho, de nuevo primer partido contra el combinado checo y en el mismo grupo que los rusos, como en 2017.
Casi como en la vida misma. El fútbol le ha colocado de nuevo aquí, y ahora como capitán. Pero Puente sabe bien lo que significan segundas oportunidades. En septiembre de 2014 sufrió un accidente de moto a sólo tres kilómetros de su casa, en Quintana de Fuseros (León), que estuvo a punto de apartarle de la práctica del fútbol y quien sabe si de algo más. Ese ejemplo de superación en una recuperación que parecía una quimera y su voluntad por volver le hicieron más fuerte y ahora opta de nuevo a levantar, dos años después, el cetro de campeón de Europa con Castilla y León tras la espina clavada de Estambul.
“Siempre encuentras algo por seguir adelante porque se te pasan muchas cosas por la cabeza”, expone. Eso sí, descarta ser el foco de atención por el hecho de ser el máximo goleador y de estar a pocos minutos de convertirse en uno de los jugadores con más minutos disputados con el combinado. Si el equipo se proclamara campeón el próximo miércoles en la ciudad fronteriza de Burghausen (junto a Austria) y el delantero disputará todos los minutos en los cuatro partidos, se convertiría en el futbolista con más tiempo sobre un terreno de juego con la camiseta autonómica. Todo un hito.
Y todo lo vivido conlleva unos valores y un recorrido aprendido con el paso del tiempo, tanto sobre el verde del terreno de juego como en el vestuario, y más en una concentración larga como la de la Selección.
Aprendizaje
Una esencia del balompié que ahora él trata de inculcar a los más jóvenes en su club, el Astorga, que este año se quedó a las puertas del play off, y en el equipo regional, con ejemplos como el de Estévez; un central prometedor que combina su pasión futbolera con sus estudios de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Valladolid y que esta temporada está “doblemente feliz” por su primer año en Tercera División, después de fichar por los tordesillanos procedente del Villa de Simancas, y en el que ha anotado dos goles frente a La Virgen del Camino y Sporting Uxama. Una campaña que ahora remata con la convocatoria para esta fase final. “Da gusto, porque es increíble que toda la expedición sea una piña; y tiene que ser así”, ensalza el defensa, quien remarca que “todo el mundo habla de la espinita clavada por lo que sucedió en Turquía”.
“Cualquier rol que los técnicos me pongan lo aceptaré, porque esto va de entrenamiento a entrenamiento”, matiza, para recordar que sería “bonito” repetir la gesta de 2009, cuando él sólo tenía diez años, tal y como explica a Ical, medio que de nuevo vuelve a apostar, en el marco de su acreditada vocación de servicio público, por la Selección de Fútbol Castilla y León UEFA, un equipo que es testigo ya de la historia regional.