ICAL Más de 6.000 kilos de setas incautados, 683 infracciones administrativas tramitadas y 87 personas puestas a disposición judicial fue el balance de la ‘Operación Espora’ puesta en marcha por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil el pasado año en la Comunidad durante la campaña otoñal de setas.
En numero de infracciones detectadas por este dispositivo especial del Instituto Armado, que se vuelve a poner en marcha estos días y que controla la recolección, el transporte y la comercialización de productos micológicos en la Comunidad, duplicó el registrado en 2012, cuando se formularon 357 denuncias.
Soria, Burgos y Palencia fueron las provincias donde se registraron el mayor número de incidentes, especialmente por la aparición de cuadrillas organizadas que acampan ilegalmente en los propios montes para esquilmarlos utilizando métodos ilícitas.
Así, entre octubre y noviembre pasados fueron desalojadas de la provincia de Soria más de 200 personas dedicadas a la recogida de níscalos y que se encontraban acampadas ilegalmente en montes de Ólvega, Sotillo del Rincón y Calatañazor. Además, sólo en el campamento de Calatañazor, el Seprona intervino una tonelada de níscalos, la mayor incautación de setas recogidas de forma ilegal hasta la fecha en la provincia de Soria.
Al mismo tiempo, y en el marco de la ‘Operación Espora’ desarrollada en la provincia de Palencia a finales de octubre, 42 personas de nacionalidad rumana fueron detenidas y otras seis fueron imputadas por un delito de hurto de diferentes variedades de setas en los municipios de Bárcena de Campos, Villalba de Guardo y Ledigos. Por volumen, el principal alijo se localizó en Burgos, donde la Guardia Civil aprehendió 1.400 kilos de níscalos cuando varias personas los cargaban en varias furgonetas en un área de servicio de la A-62 en el alfoz.
Tanto desde la Guardia Civil como desde el Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), organismo dependiente de la Junta que gestiona el programa de micología de Castilla y León, Micocyl, se coincide en señalar que además de la recolección ilegal, estos grupos organizados también fueron responsables de otras incidencias como acampadas ilegales, depósitos de basuras y altercados de orden público debido a la intimidación a recolectores locales o a ‘micoturistas’.
Así, desde Cesefor se argumenta que ésta fue una de las razones por las que la Asamblea de propietarios de ‘Montes de Soria’ decidió eliminar la modalidad de permiso comercial a foráneos en la provincia, con el fin de facilitar el mejor control de este tipo de cuadrillas organizadas. Así, la actividad de recolección comercial queda restringida a los recolectores locales, vinculados y provinciales de Soria.
Este tipo de recolección masiva fue detectado por primera vez por la Guardia Civil hace cuatro años en las provincias de León y Palencia y desde entonces ha venido proliferando en los montes y pinares de Castilla y León, especialmente en las zonas más productoras.
Recoger setas en una zona prohibida o en una acotada sin permiso, hacerlo sin utilizar una cesta de mimbre para su transporte o de forma inadecuada empleando utensilios que escarben en el terreno en lugar de usar un cuchillo para cotar los ejemplares desde la base, son algunas de los motivos más frecuentes por los que se abren sanciones administrativas, así como por superar el cupo máximo establecido al día.
Aunque éste oscila en función de las zonas y del hongo, con carácter general no deben recogerse más de cinco kilos por persona y día, ya que a partir de esta cantidad se considera aprovechamiento forestal y se necesita una autorización especial. Por incumplir este tipo de normas las sanciones las multas que se pueden establecer oscilan entre los cien y los mil euros.
Agentes medioambientales
La ‘Operación Espora’, que se realiza en colaboración de la Consejería de Medio Ambiente, dado dado que los agentes medioambientales de la Junta también están autorizados para realizar controles a los recolectores, también se vigila al sector transformador agroalimentario con el fin de garantizar la trazabilidad de un alimento cuya ingesta puede conllevar graves consecuencias para la salud.
A pesar del incremento del número de infracciones, desde Cesefor se destaca que los programas de regulación micológica, que en un principio contaron con muchos recelos por parte de los vecinos de los municipios afectados por tener que pagar por algo que hasta entonces siempre había sido gratis, han servido para concienciar a la población de que la micología es un recurso que hay que conservar y que con una explotación adecuada se puede convertir en un importante recurso económico y en un atractivo turístico de primer orden.
En la campaña 2012-2013 se tramitaron en las áreas reguladas de Castilla y León 37.109 permisos, mientras que en la pasada esta cifra se incrementó hasta la 65.160 autorizaciones. En lo que va de campaña, según datos de Cesefor, ya se superan los 43.400 licencias.
El programa ‘Micocyl’ (2014-2020) gestiona ya más de 412.000 hectáreas de bosques productivos pertenecientes a más de 300 municipios de Castilla y León repartidos por siete de las nueve provincias de la Comunidad (todas excepto León y Palencia), y se ha convertido en la mayor área de recolección micológica regulada de toda Europa. Además, en la provincia de Palencia son 30.000 las hectáreas reguladas, mientras que León.