M. Badiola El sector siderometalúrgico de la provincia de León anunció este viernes una huelga para los días 74, 11, 12 y 18 de diciembre, así como el 10, 15,15 y 17 de enero en reivindicación a “un convenio colectivo justo”, ya que consideran que la Federación Leonesa de empresarios se aprovecha del actual para “bloquear las negociaciones y reducir salarios y derechos”.
Así lo anunció hoy el secretario general de Industria de CCOO en León, Ángel Manuel Santos, quien señaló que esta huelga podría afectar a más de 1.500 empresas y 9.000 trabajadores en toda la provincia, que han decidido convocarla ante la “intransigencia por parte de la Dele que no atiende las cuestiones sociales planteadas en la negociación colectiva”.
Ante este “hartazgo” por parte de los trabajadores, acusaron a la Federación de Empresarios de “no alcanzar los parámetros de la negociación” y de “no tener en cuenta la firma suscritas en otras provincias como Asturias o Segovia”.
En concreto, la parte social que solicita el colectivo para la negociación pasaría, entre otros puntos, por la inclusión de la ultraactividad, el acceso de jóvenes, mujeres y personas más vulnerables, una política que regule las prácticas no laborales y becas, la regulación de los empleados temporales, los pluses de productividad, sábados y domingos o disponibilidad, la reducción de la jornada laboral, “que ahora mismo es la más alta de Castilla y León con 1.760 horas”, planes de igualdad y un aumento salarial del 3,5 por ciento.
Frente a ello, según apuntó Santos, la Fele propone un aumento salarial del 1,8 por ciento sin cláusula de revisión, lo que supone “un gran riesgo cuando el IPC se encuentra al 2,2 por ciento”.
Por su parte, el secretario de Organización de FICA-UGT León, Eloy Fernández, pidió a la Fele que reflexione “para que cambie de argumentos” porque “están fuera del lugar” deja la situación del sector en León “en una situación muy diferente a los parámetros del resto de Castilla y León”.
Fernández puso de manifiesto la “incoherencia” de la Federación, ya que “por un lado abandera que León no puede ser una isla”, pero en el momento en que les toca negociar “no lo hacen por anteponer sus propios intereses”.