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El PSOE sostiene que el campamento de verano de Bembibre “ha perdido su esencia” y solo es “un negocio”

Los socialistas critican los precios y la gestión y el pago extra de algunas actividades
Bembibre
Ayuntamiento de Bembibre. / QUINITO

El grupo municipal del PSOE en Bembibre sostiene que el el campamento de verano de Bembibre “ha perdido su esencia y su razón de ser para convertirse en un negocio con el que seguir sacando dinero de los bolsillos de los bembibrenses”. Así lo señala en un comunicado, en el que señala que el alcalde, Manuel Otero, “ha privatizado la gestión del campamento de verano poniéndolo en manos de dos empresas diferentes que, lejos de respetar los horarios y precios de siempre, los han modificado, y mucho, pasando a encarecer las matrículas y disminuyendo, a su vez, el tiempo que los niños pasan en el campamento”

“Resulta que ahora el horario es de 11 de la mañana a 13:30 por un precio de 30€ y si quieres que el niño entre a las 10 en el programa de “madrugadores”, tienes que pagar 15€ a mayores, o sea, 45€ al mes; una subida de precio considerable teniendo en cuenta que el año pasado el horario era, por 30€ al mes, desde las 10:30 hasta las 13:30, de modo que este año, por tan sólo media hora más, los padres tienen que pagar un precio extra de 15€. Estas son las soluciones de Otero, una vez más, para los tiempos de crisis en que vivimos, demostrando como siempre que mira para el interés de cualquiera antes que para el de los vecinos de Bembibre”, señala la nota de prensa.

Pero, según el PSOE, “lo más sangrante de todo es que las actividades que se realicen dentro del horario del campamento hay que pagarlas aparte, con unos precios que claman al cielo: gymkana en el parque El Señor de Bembibre (deben referirse al parque Gil y Carrasco), 10€, gymkana en el parque del Palacio, otros 10€, visita a la Cuadra Santa Bárbara, 20€, y acto en el Teatro Benevívere, 6€, de manera que, si el niño acude a todas estas actividades el campamento le habrá costado, por un solo mes, 91€. Y lo peor de todo, ¿qué ocurre con las familias que no puedan afrontar el pago de todas las actividades? Pues que los niños se quedarán en el pabellón toda la mañana viendo como los demás, los que pueden pagarlo, se van a disfrutar. Muy feo Señor Otero que un alcalde permita que dentro de un campamento de verano se fomente que haya niños de primera y de segunda categoría, increíble en los tiempos en que vivimos de lucha por la inclusión, la igualdad y la integración social”.