PREMIOS MUJER 2024

El PSOE consolida el  control

A punto de conmemorarse el primer año de legislatura municipal en la provincia, la principal conclusión es que el PSOE ha consolidado el control de las principales instituciones de poder, como Diputación, ayuntamiento de la capital, Ponferrada, San Andrés y Consejo Comarcal del Bierzo. El pacto escrito con UPL en Diputación y el externo en el Ayuntamiento de la capital funcionan. Además, el giro leonesista del alcalde de la capital, José Antonio Diez, augura la estabilidad política a largo plazo.

En Diputación hay un pacto firmado, del que se ha incumplido casi todo. La excusa es el efecto del coronavirus, aunque ahora, in extremis,  acaba de ser reanimado en la UCI gracias al anuncio de la licitación del proyecto de la plataforma logística de Torneros. En cualquier caso, el pacto en Diputación depende más del vicepresidente y leonesista reconvertido Matías Llorente que de la propia UPL. Y hoy por hoy, la sintonía entre Llorente y el presidente Morán (PSOE) es perfecta, aunque Morán sea un personaje político que ha ido de más a menos.

Precisamente decía Morán hace un año en unas declaraciones que deberá tener guardadas bajo siete llaves su jefe de gabinete que “la Diputación no tiene que ahorrar dinero y tener un superávit tan importante si no ha satisfecho las necesidades de su vecinos”. A ver qué dice en un próximo pleno cuando deba de justificar un superávit escandaloso en una provincia tan necesitada.

Dentro de este contexto de control de la situación política leonesa por parte del PSOE ha surgido una pequeña contrariedad, centrada en este caso en la mortecina Mesa por el futuro de León, que se reunirá –por fin- esta semana en Ponferrada. Desde las filas socialistas se ha postulado a la brillante profesional y catedrática Humildad Rodríguez al cargo de primera ejecutiva de la agencia que desarrollará los acuerdos que se tomen en la junta de la citada Mesa. El pasado protagonismo socialista de la candidata no ha gustado a los fieles socios de la UPL y ha disgustado a la patronal, encarnada en la FELE y en la Cámara de Comercio. La excusa, y es sólida, es que la candidatura de Rodríguez no ha sido consensuada y gran parte de los integrantes de la Mesa se han enterado por filtraciones interesadas a medios de comunicación.

Todo hace indicar que ha habido un intento de airear antes de tiempo esta candidatura para quemarla  y promover a otro candidato más acorde a los intereses empresariales. No se olvide que Rodríguez se opuso en su día a la privatización del servicio de aguas de la capital, al que optaban importantes empresas privadas. Ese pasado izquierdoso y la omnipresente casta universitaria, siempre enfrentada en guerras civiles, pueden restar posibilidades a Rodríguez. No se olvide que el presidente de la Fele es también el presidente de la fundación universidad-empresa, cargo que ocupó en su día la candidata, entonces perteneciente al equipo del rector Hermida, del que aborrece el equipo del actual rector, Marín.

Este contratiempo en el seno de la Mesa debe ser visto con alivio desde la Junta de Castilla y León, más interesada ahora en que el pacto por la reconstrucción de la Comunidad, firmado con el PSOE y Ciudadanos, sea un éxito que en dispensar  apoyos a plataformas provincianas, que, en el fondo, persiguen el mismo objetivo.

La Mesa por el futuro de León ha perdido tres preciosos meses y ahora puede verse desbordada si no neutralizada por la nueva realidad.