PREMIOS MUJER 2024

El ponferradino de 23 años considerado el mayor ciberestafador de la historia tenía un grupo criminal a sus órdenes

Sus ingresos ascendían en ocasiones a 300.000 euros al mes
La Guardia Civil detiene en Madrid al mayor ciber-estafador en la historia de España. / Guardia Civil

El grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil detuvo el pasado viernes en Madrid al mayor ciberestafador de la historia de España el ponferradino J.A.F., de 23 años, contaba con más de 25 requisitorias judiciales en vigor, y era uno de los delincuentes más buscados por todas las fuerzas de seguridad del Estado. Durante el tiempo que ha durado esta operación, los agentes han llegado a rastrear más de 30 tiendas ‘online’ fraudulentas gestionadas por el detenido.

Durante la investigación habría quedado constatado que los ingresos de esta persona ascendían en ocasiones a 300.000 euros al mes, utilizando para ello un grupo criminal que tenía a sus órdenes y a cuyos miembros pagaba un sueldo por su trabajo.

Junto al ciberestafador, han sido también detenidos el ‘informático’ y el responsable de captación de las ‘mulas’, habiéndose decretado el ingreso en prisión provisional sin fianza para los tres. Debido al gran número de personas afectadas por estas estafas, el Departamento de Delitos Telemáticos de UCO ha activado una página web para canalizar todas las posibles denuncias (‘www.gdt.guardiacivil.es/webgdt/afectadoslupin.php’).

Operación Lupin

Estas actuaciones han tenido lugar en el marco de la denominada ‘Operación Lupin’ y bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de Requena. La operación se inició tras detectar el Departamento de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil una serie de posibles estafas que afectaban a multitud de personas en diferentes lugares de España, todas ellas con varios patrones en común.

Se trata de una serie de ciberestafas cometidas principalmente por la venta de productos de electrónica de consumo en tiendas ‘online’ fraudulentas, a través de páginas web copiadas de tiendas totalmente legales y de conocido prestigio en el mercado ‘online’, llegando a utilizar incluso sus logos y nombres de marca, con total desconocimiento del usuario estafado y con la intención de inducir a error al mismo.

Una característica común de estas páginas web fraudulentas era su mínima duración en el tiempo, llegando a activarse únicamente durante un fin de semana y desapareciendo a continuación sin dejar ningún tipo de rastro. En ese breve periodo, la página era sometida a una intensa campaña de publicidad y posicionamiento web en los principales buscadores y redes sociales con llamativas ofertas, con la intención de captar el mayor número de potenciales compradores en el menor tiempo posible.

Una de las particularidades de esta organización era, aprovechando las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, la continua persecución del anonimato en la Red para evitar ser detectados y que se les pudiese vincular con la comisión de los delitos investigados.

Grupo criminal

Para toda esta operativa, J.A.F. se valía de un grupo criminal perfectamente organizado por él, con diferentes cometidos y a cuyos miembros retribuía con un salario, como si de una empresa se tratara. Un informático, por ejemplo, se encargaba de elaborar la réplica de las páginas web fraudulentas y subirlas a Internet, motivo por el que ha sido detenido en la provincia de Albacete.

J.A.F. tomaba fuertes medidas de seguridad en su día a día para burlar cualquier tipo de acción policial sobre su persona, utilizando distintas identidades y no llegando a residir nunca más de una semana en el mismo domicilio, siendo estos principalmente hoteles y apartahoteles de la capital, Las Rozas y Majadahonda. A su vez, otro miembro de la organización a sueldo se encargaba de proveerle de estos alquileres siempre a nombre de terceros, así como darle seguridad y realizar contravigilancias en sus movimientos.

Otra de las personas detenidas en la localidad de Las Rozas de Madrid se encargaba de la estructura de captación de ‘mulas’, es decir, las personas que se ofrecían a abrir cuentas bancarias a su nombre para que fueran utilizadas por J.A.F. para sus estafas, y que constituían el escalón más básico de la organización. Todas estas ‘mulas’ han ido siendo detenidas en el transcurso de la investigación por distintas unidades territoriales, ya que eran los titulares de las cuentas donde se hacían las transferencias de las estafas.

Sobre estas personas J.A.F. mantenía un férreo control, y cuando alguno intentaba engañarle quedándose con más dinero del estipulado, él tomaba medidas como publicar su número de teléfono como si fuera el estafador en foros de afectados, remitiendo correos electrónicos a las víctimas suplantando a la propia UCO de Guardia Civil y a la Audiencia Nacional con una supuesta investigación, o incluso llegando a pagar a terceros para que le pegaran una paliza a uno de estos colaboradores.

Tras un largo y complejo seguimiento operativo de varias semanas, se pudo identificar y localizar al cerebro de la trama y se procedió a la detención de J.A.F. en un céntrico hotel de Madrid en el que acababa de establecerse. Aparte de material informático, se le intervinieron más de 50 smartphones y más de 100 tarjetas SIM prepago identificadas a nombre de terceros.

Entre los muchos indicios y pruebas incriminatorias obtenidas por los investigadores contra esta organización delictiva, se ha podido conocer y al mismo tiempo truncar los planes de futuro a corto plazo de este grupo criminal, en el que J.A.F. estaba preparando, junto al resto de detenidos, la infraestructura necesaria de cuentas corrientes, teléfonos y webs fraudulentas para obtener un millón de euros en el próximo ‘Black Friday’, cantidad que se habían marcado como colofón en una sola campaña.