El PIB español registró una caída del 18,5 por ciento en el segundo trimestre de 2020, respecto al trimestre anterior en términos de volumen. Se trata de un descenso histórico debido al impacto de las medidas para enfrentar el Covid-19 y supone el segundo retroceso consecutivo, con lo que la economía española entra en recesión técnica.
Según el dato adelantado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta caída es la mayor de la serie histórica considerada por el INE que comienza en 1995 y sigue a la del 5,2 por ciento que se registró en el trimestre anterior.
En variación interanual, el PIB cayó aún más, un 22,1 por ciento, frente al descenso del 4,1 por ciento registrado en el primer trimestre. Medido a precios corrientes, el PIB cayó un 21,1 por ciento. Estadística explicó que la dificultad para medir el PIB en el contexto del coronavirus “hace prever que las futuras revisiones de los resultados hoy publicados puedan ser de una magnitud mayor que la habitual”.
La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB fue negativa, de 19,2 puntos, lo que supone 15,5 puntos menos que a la del primer trimestre.
El gasto en consumo final descendió un 18,1 por ciento en variación anual y el consumo final de los hogares lo hizo un 25,7 por ciento, con más intensidad que en el primer trimestre. Mientras, el gasto en consumo final de las administraciones públicas creció un 3,5 por ciento, una décima menos que la tasa del primer trimestre.
La formación bruta de capital registró un descenso del 25,8 por ciento, superior en 20,5 puntos al del trimestre anterior. La inversión en activos fijos materiales decreció un 30,8 por ciento.
Por su parte, la demanda externa presentó una aportación de -2,9 puntos, 2,5 puntos inferior a la del trimestre pasado. Las exportaciones de bienes y servicios retrocedieron un 38,6 por ciento en comparación con hace un año y las importaciones lo hicieron un 33,1 por ciento.
Por ramas de actividad, el valor añadido de la industria bajó un 23,8 por ciento respecto al segundo trimestre de 2020, el de la construcción cayó un 29,9 por ciento y los servicios lo hicieron un 22 por ciento.
La remuneración de los asalariados se desplomó un 13,1 por ciento en variación interanual, como consecuencia de la bajada del 16,4 por ciento en el número de asalariados y de la variación en la remuneración media por asalariado del 3,9 por ciento.
La cuantía devengada en impuestos sobre la producción y las importaciones netos de subvenciones descendió un 35,6 por ciento, frente al -1,4 por ciento del trimestre anterior.
Empleo
El empleo de la economía, en términos de horas efectivas trabajadas que refleja de manera más clara los efectos de la pandemia, registró una caída del -21,4 por ciento en comparación con el primer trimestre. En variación anual, las horas trabajadas descendieron con más fuerza, un 24,8 por ciento.
Las horas trabajadas en la industria descendieron un 20,9 por ciento en variación interanual, en la construcción lo hicieron un 32,2 por ciento y en los servicios disminuyeron un 25,5 por ciento.
Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, definidos como el número de horas trabajadas entre la jornada media realizada en puestos de trabajo a tiempo completo, disminuyeron un 17,7 por ciento respecto al trimestre anterior. Esta variación es 15,8 puntos menos a la del primer trimestre y se explica por la variación en las horas trabajadas y la reducción de la jornada media en puestos de trabajo a tiempo completo.
Comparado con el segundo trimestre de 2019, el empleo cayó un 18,5 por ciento, lo que supone 3.394.000 empleos menos a tiempo completo.
El empleo en la industria descendió un 14,8 por ciento, en la construcción lo hizo un 20 por ciento y en los servicios disminuyó un 19,5 por ciento. El empleo en las ramas primarias presentó una variación del -7,5 por ciento, con un descenso de tres décimas respecto al trimestre anterior.
La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo descendió un 4,4 por ciento en tasa interanual, mientras que la productividad por hora efectivamente trabajada creció un 3,6 por ciento. El coste laboral unitario (CLU) creció un 8,7 por ciento respecto al segundo trimestre de 2019.