El líder de C’s en la provincia niega haber falsificado su currículo y dice ser “víctima de un fallo administrativo”

El coordinador de Ciudadanos en la provincia de León, Sadat Maraña, negó hoy haber “falsificado, mentido o alterado” su currículo, motivo por el que el partido estaría barajando su posible salida de la formación, y estimó que está siendo “víctima de un fallo administrativo” por parte de la Universidad de León (ULE) y de una “persecución interesada” después de los buenos resultados de la formación naranja en las últimas elecciones municipales y autonómicas y ante los resultados que se auguran en los comicios generales de diciembre.

Según declaró Maraña a través de un comunicado, fue el 8 de junio de 2010 cuando solicitó en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de León una certificación académica personal en el que figuran 388,5 créditos superados, momento en el que incorporó a su currículo la disposición de esa Licenciatura “por haber superado los créditos correspondientes”. Ayer solicitó una nueva certificación, momento en el que se le informó de la existencia de un error administrativo en el documento facilitado cinco años antes y de la necesidad de completar varios créditos para finalizar esos estudios.

Maraña reconoció que la próxima semana solicitará un nuevo certificado “para saber qué ha sucedido” y en el caso de que se requieran más créditos declaró que se matriculará “muy gustoso y cuando proceda”. Además aclaró que el requisito de contar con una Licenciatura no ha sido “obligatorio” para acceder a cualquiera de los trabajos que ha ejercido ni en su trayectoria política. “No tengo ninguna necesidad de mentir ni falsificar mi currículo”, insistió.

Por último, Sadat Maraña lamentó que Ciudadanos esté “molestando a mucha gente por haber bien las cosas” y que el trabajo desarrollado en León con el “magnífico” resultado en las elecciones municipales y las buenas perspectivas para los próximos comicios generan “enemigos”. En este sentido, Maraña reiteró haber sido “víctima de un fallo administrativo” y de una “persecución interesada”, añadió. “No debe utilizarse la precampaña electoral para poner en duda la credibilidad y honorabilidad de las personas haciendo acusaciones infundadas o tergiversando unos hechos meridianamente claros”, sentenció.