El camino hacia la Unión

Desde la famosa declaración realizada el 9 de Mayo de 1950 por Robert Schuman promulgando la creación de la Federación Europea, hasta la situación actual de la Unión Europea, muchos han sido los avances desarrollados. Grandes esfuerzos colectivos han permitido avanzar en la unificación europea haciendo posible que el número de países integrantes se haya ido ampliando desde los seis miembros fundadores de la Comunidad Económica del Carbón y del Acero en 1951 pasando por la Comunidad Económica Europea de los 12 hasta alcanzar la creación de la UE con el Tratado de Maastricht y llegar a los 28 países que integramos la UE actualmente.

Muchos han sido los procesos de diálogo, convenciones, conferencias intergubernamentales y Consejos Europeos los que se han tenido que desarrollar para levantar una institución que representa a más de 500 millones de habitantes de 28 países diferentes. Este camino, evidentemente, no ha sido fácil pero lo cierto es que después de algo más de 60 años la sociedad europea actual debe valorar los logros alcanzados hasta la fecha y que han permitido que las sociedades actuales gocen de instituciones, leyes y proyectos que nuestros abuelos solo podían imaginar. Probablemente incluso los conocidos como los “padres de Europa” se sorprenderían de los muchos avances logrados en estos años. Cierto es que queda mucho camino que recorrer, la unidad fiscal, la tan solicitada unión bancaria, la inmigración irregular… cuestiones todas ellas que necesitan de grandes acuerdos europeos y que solo entre todos podemos solventar.

Por ello, la ciudadanía, debemos valorar los logros alcanzados hasta la fecha, debemos analizar la Europa de los años cincuenta y “nuestra Europa”, aprender de los errores para no volver a cometerlos dejando de lado los nacionalismos que históricamente han sido poco amigos del entendimiento y que incluso en los tiempos actuales parecen quedarse anticuados. Actualmente muchas personas y partidos parecen volverse euroescépticos, no es algo nuevo, como muchos de los lectores saben la historia tiene cierta tendencia a repetirse, la diferencia está en que debemos aprender de los errores pasados y no caer en las críticas feroces que asoman ante tiempos de vacas flacas porque al final seremos todos los europeos los que vivamos en aquello que queramos construir.

Por todo ello como ciudadanos europeos debemos empezar a imaginar qué Europa queremos para el futuro, porque solo así podremos empezar a trabajar en prepararla y tenerla lista para las futuras generaciones.

Javier Guzmán

Profesor asignatura Unión Europea, Universidad de la Experiencia de Astorga.