El Ayuntamiento de Carracedelo ha celebrado este fin de semana un caluroso acto dedicado a todas las gentes “sencillas y humildes” que han vivido y viven en su municipio. Se trata de un elogio a lo cotidiano en el que lo que se ha pretendido es dar la importancia que se merecen “a todas esas pequeñas, naturales, bondadosas y altruistas acciones que diariamente se dan en cualquier esquina y que, si bien parecen pasar desapercibidas, son la base en la que se sustenta la convivencia entre nuestros vecinos y la supervivencia de nuestros pueblos”.
Para la celebración de este homenaje se ha inaugurado una escultura representativa realizada por Arturo Nogueira. El grupo escultórico que ya se podrá visitar permanentemente en la plaza del Ayuntamiento, representa una escena de actividades cotidianas en este municipio, tradicionalmente rural y agrícola, y contiene elementos tradicionales como el pote del caldo, el trespiés, el mego de las nueces. Preside el conjunto la figura de “Matías”, un hombre humilde y sencillo afincado durante años en Carracedelo y al que muchos todavía recuerdan con cariño. “Se trata en definitiva de un homenaje de gratitud a la generosidad de las personas y las familias que desinteresadamente, incluso inconscientemente, se ocupan y se preocupan cada día por ayudar a sus vecinos a tener una vida mejor”, aseguran desde el consistorio.
Según Raúl Valcarce, alcalde de Carracedelo, “en numerosas ocasiones hemos rendido homenaje a personas destacadas del municipio, y tenemos ejemplos claros: Don Juan Valcarce en Carracedelo, Don Ubaldo Nieto de Alba en Carracedo del Monasterio, Don Pepe en Villaverde de la Abadía, el maestro Don Constantino, la médica y comadrona Doña Florinda Cuadrado Vidal y el capitán Don Ramón Carlos Navia. Pero en esta ocasión hemos querido elogiar lo cotidiano y este reconocimiento está dirigido a esa gente humilde y sencilla, por la el tiempo que pasa rápidamente y sin dejar huella hasta la muerte”.
Este es el motivo por el que se ha personalizado este acto en la figura de “Matías”, un vecino de este municipio cuya máxima era: “la humildad es el alimento del alma”. Matías encarnó fielmente los valores de humildad y sencillez, y con escasos medios y sin ningún apego a lo material, vivió su vida dignamente y en perfecta harmonía con sus vecinos.
El acto, celebrado en la mañana del domingo 19 de enero, se realizó sin ningún tipo de coste para las arcas municipales.