El agua se adueña de Molinaseca

EBD/César Sánchez (ICAL) Como cada año, Molinaseca vivió en la mañana de este domingo su tradicional Fiesta del Agua, en la que los jóvenes (y no tan jóvenes) convirtieron las calles del pueblo en un torrente con una “batalla” líquida que sirvió para refrescar los excesos de la larga noche. Centenares de participantes terminaron completamente empapados después de que, con las primeras luces del día y tras disfrutar de una chocolatada para calentar, el agua se convirtiera en la protagonista del final de las fiestas en honor a la Virgen de las Angustias y a San Roque.

La Fiesta del Agua, según la tradición, comenzó con la celebración de una boda en la que los invitados decidieron abrir las compuertas del agua que se usaba para limpiar las calles y, posteriormente, se empezaron a mojar unos a otros con cubos. El inventó cuajó y, desde aquel lejano 1954, se ha ido repitiendo cada año como colofón a las fiestas de Molinaseca.