Un amplio estudio genético publicado este miércoles en la revista Nature revela sobre los vikingos lo que ya se venía intuyendo en investigaciones anteriores: no eran como nos han contado, pues no solo provenían de Escandinavia -acumulaban una variada herencia procedente del sur de Europa y Asia- y muchos no eran rubios, como se los suele retratar en el cine y la literatura, sino de cabello castaño.
La Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, y Universidad de Copenhague han dirigido un proyecto durante seis años en el que han analizado ADN procedente de 442 restos -esqueletos- de antiguos vikingos procedentes de yacimientos en Groenlandia, Escandinavia, Rusia, Polonia, el Reino Unido y Ucrania.
“Hemos descubierto que los ancestros genéticos de los vikingos no eran solo escandinavos”, indica en un comunicado Martin Sikora, autor principal del trabajo, que subraya que sus hallazgos sugieren que en el pasado hubo un “flujo genético por Europa” mayor del que se pensaba hasta ahora.
“Los individuos en la era vikinga no eran todos escandinavos desde un punto de vista genético”, explicó a la AFP Ashot Margaryan, profesor de la universidad de Copenhague, uno de los coautores del estudio publicado en la revista científica Nature.
“La Escandinavia vikinga contaba con más personas de cabellos oscuros que la Escandinavia contemporánea” a causa de los intercambios con la Europa del sur y la del este, explicó este experto, aunque los rubios eran mayoritarios.
“Las diásporas escandinavas establecieron el comercio y los asentamientos desde el continente americano hasta la estepa asiática”, afirma el arqueólogo Søren Sindbæk, del Museo Moesgaard de Dinamarca. “Exportaron ideas, tecnologías, lenguaje, creencias y prácticas y desarrollaron nuevas estructuras sociopolíticas”.
La conocida como época vikinga se suele referir al periodo histórico entre los años 800 y 1050 de nuestra era, unos siglos en los que las incursiones de grupos de hombres desde el norte de Europa alteraron la vida y la política en el continente. Muchas de esas expediciones tenían como objetivo asaltar monasterios y ciudades costeras, si bien los vikingos también se dedicaban al comercio de bienes como pieles, colmillos y grasa de foca.
“Concluimos que la diáspora vikinga se caracterizó por un compromiso transregional sustancial: distintas poblaciones influyeron en la composición genómica de diferentes regiones de Europa y Escandinavia experimentó un mayor contacto con el resto del continente”, indica el estudio.
“Nuestra investigación desacredita la imagen moderna de los vikingos con cabello rubio, ya que muchos tenían cabello castaño y estaban influidos por la genética del exterior de Escandinavia”, apostilla sus autores.
“Tenemos esta imagen de vikingos bien conectados mezclándose entre sí, intercambiando y participando en grupos de asalto para luchar contra los reyes en toda Europa porque esto es lo que vemos en la televisión y leemos en los libros, pero genéticamente hemos demostrado por primera vez que no era ese tipo de mundo”, ha indicado Eske Willerslev, investigador de la Universidad de Cambridge y director del Centro de Geogenética de la Fundación Lundbeck, de la Universidad de Copenhague.