Dos de cada tres castellanos y leoneses considera que la Junta proporciona un trato desigual de la Junta hacia las provincias y señalan de forma mayoritaria a Valladolid como la más beneficiada, seguida a cierta distancia de Burgos. En el lado opuesto, Soria y Zamora figuran como las más perjudicadas, si bien casi nueve de cada diez ciudadanos de la Comunidad se siente orgullo de su identidad y la mitad es partidario de incrementar las competencias autonómicas.
Éstas son las principales conclusiones del Barómetro Socyl, correspondiente a la oleada de primavera. Se trata de un estudio elaborado por tres empresas para la Asociación Profesional de Sociología de Castilla y León, que se realizó entre el 21 de marzo y el 10 de abril, a través de una muestra representativa de 600 personas y un cuestionario que se respondió mediante entrevistas telefónicas.
En ese sentido, el 64,7 por ciento de los encuestados considera que las provincias no son tratadas de igual manera por la Junta. De ellos, el 99 por ciento señala como la más beneficiada a Valladolid y el 38,8 por ciento, a Burgos. Sin embargo, un 61,7 por ciento identifica a Soria como la más perjudicada; un 43,2, a Zamora; un 24,8, a Ávila, y un 24,4 por ciento, a León. No obstante, el estudio indica que no existe la impresión de que los servicios prestados por la Junta sean de peor calidad que los de otras comunidades.
Al respecto, destaca Palencia, con un 54,8 por ciento de valoración negativa, frente a Valladolid, donde el 44,1 por ciento otorga una nota positiva. Sin embargo, solo el 14,3 por ciento considera que la institución más influyente en sus vidas sea el Ejecutivo autonómico, casi en último lugar, puesto que ocupa las diputaciones con un 13,6 por ciento. Encabeza la clasificación el Gobierno central, señalado como el más importante por el 44,8 por ciento, seguido de la Unión Europa (33,5 por ciento), y los ayuntamientos (23,6 por ciento).
Así, el 47,2 por ciento de los encuestados está a favor de la eliminación de las diputaciones provincias, frente a un 52,8 por ciento que está en contra. Sin embargo, un 27,2 por ciento de los leoneses y un 15,8 por ciento de los sorianos afirma sentirse poco o nada de su identidad autonómica. Además, la gran mayoría está en contra de que las competencias autonómicas se reduzcan. De hecho el 44,8 por ciento desearía que fueran mayores, frente al 7,4 por ciento que le gustaría que se redujeran.
Gestión de la Junta
Un 17,01 de los castellanos y leoneses encuestados aprueba las políticas del Gobierno autonómico, mientras un 31,2 por ciento las califica como regulares y un 51,7 por ciento como malas o muy malas. La sanidad es la que obtiene la mejor calificación, ya que su gestión es considera como buena o muy buena por el 36,6 por ciento. Le sigue con un 25,3 por ciento la educación y la discapacidad y dependencia, con un 15,7 por ciento.
Por el contrario, la política económica es mala o muy mala para el 46,8 por ciento; la de envejecimiento, para el 61,9 por ciento; la de juventud, para el 59 por ciento y la de empleo, para el 76,2 por ciento. No obstante, el 50,3 por ciento entiende que las oficinas y servicios públicos de la Junta funcionan igual en Castilla y León que en otras autonomías, frente a un 23,9 por ciento que considera que lo hacen mejor.
Situación y problemas
Por otra parte, casi la mitad de los encuestados califica la situación económica personal como “regular” (47,7 por ciento) y tres de cada diez (28,2 por ciento), como buena. Además, el 68,5 por ciento no cree que vaya a mejor en el próximo año. Todo ello, se une a que solo un 7,3 por ciento de los castellanos y leoneses afirman que el escenario económico de la Comunidad es bueno o muy bueno, frente a un 47,7 por ciento que lo ven como malo o muy malo.
También, casi un 36 por ciento de los ciudadanos prevé una mejoría económica de la Comunidad durante el próximo año. Así, la principal preocupación de los castellanos y leoneses son el desempleo (94,6 por ciento), el modelo productivo (73 por ciento) y la situación demográfica (41,8 por ciento). La desafección política y la corrupción es el problema más importante para el 26 por ciento, mientras los servicios del Estado de Bienestar lo son para el 17,3 por ciento.
Finalmente, el presidente de Socyl, Ángel Martín, destacó que de estos problemas, dos son propios de la Comunidad -modelo productivo y situación demográfica- y otros tantos comunes con el resto del país – paro y desafección política y la corrupción-. Además, explicó que el barómetro, que está abierto a las instituciones y tendrá continuidad en otoño, se completará próximamente con datos sobre el medio rural, los partidos, las tecnologías y el posicionamiento ideológico.