El relato de los hechos, según la Policía, presentaba incongruencias desde el principio y se supo, además, que la denunciante había sido avisada por el titular del bar que al día siguiente se prescindiría de sus servicios como camarera. Varios meses de investigaciones y gestiones permitieron situar en la zona a tres conocidos con numerosos antecedentes policiales, la mayoría por robos con fuerza.
Los indicios obtenidos del análisis de los teléfonos utilizados por los acusados determinan que la empleada del establecimiento mantuvo varias conversaciones telefónicas con los autores materiales del supuesto robo antes, durante y después del asalto.
Los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número tres de Ponferrada en funciones de guardia, con el atestado policial tramitado.