Descenso a los infiernos

La Deportiva jugó con fuego y se quemó. El conjunto berciano se queda más cerca del infierno de la Segunda B tras caer en El Toralín (1-3) ante un Almería que coge aire, mantiene su buena racha (nueve partidos sin perder) y sale del descenso quedándose solo un punto por debajo de los bercianos.

Los blanquiazules no estuvieron a la altura de un partido que ni Fabri supo plantear, ni los jugadores interpretar. El lucense tuvo que revolucionar el once por las bajas de Melero, Miquel y Berrocal por sanción; y Aguza por lesión, y su apuesta terminó saliendo rana. Ninguna de las novedades (Pavón, Adán, Andy y Khomchenovskyy) brilló en una de las tardes más grises que se recuerdan en El Toralín.

A pesar de que el arcoiris adornó el cielo de la capital berciana durante buena parte de la tarde, la tormenta empezó muy pronto. El Almería se adelantaba en el marcador cuando apenas habían transcurrido dos minutos de partido aprovechando el primero de la retahíla de errores de la dupla formada por Lolo Pavón y Adán Gurdiel. Ramírez, una pesadilla constante, aprovechaba un balón suelto tras una buena parada de Santamaría y comenzaba a cavar la tumba de una Deportiva incapaz de reaccionar.

Y es que aunque la sentencia tardó media hora de llegar, la superioridad del equipo andaluces fue aplastante. Con Jebor persiguiendo sombras y Acorán y Khomchenovskyy desaparecidos, los Pozo, José Ángel y compañía se adueñaron del balón y comenzaron un monólogo al que solo le faltó un mayor acierto de cara a puerta.

Quique dejaba prácticamente sentenciado poco antes del descanso, tras un nuevo despiste defensivo, un partido que de no ser por la inspiración de Santamaría y Raillo, la única luz de una defensa, hubiera estado decidido mucho antes.

Tras el descanso Fabri enmendó uno de sus errores, dando entrada a Djordjevic en lugar de Lolo Pavón, y el equipo ganó presencia en ataque. El montenegrino salió con ganas de reivindicarse, pero terminó contagiándose rápidamente de la deriva general y nada pudo hacer salvo asistir al segundo tanto de Quique que enterraba cualquier esperanza de remontada.

Solo la salida de Caiado consiguió acelerar el pulso del conjunto berciano, que a diez minutos del final, maquillaba el resultado pero no la triste imagen de una Ponferradina a la que le tocará sufrir por la permanencia.

PONFERRADINA: Santamaría; Adán, Pavón (Djordjevic, 52′), Raillo, Casado; Acorán (Caiado, 73′), Alan Baró, Jonathan, Khomchenovksyy (Infante, 56′); Andy y Jebor.

Almería:  Casto; Michel, Ximo, Savejich, Morcillo y Dubarbier; Ramírez (Soriano, 83′), Lolo Reyes, José Ángel (Fran Vélez, 84′); Pozo (Iván Sánchez, 72′) y Quique.

GOLES: 0-1 Ramírez (2′) 0-2 Quique (33′) 0-3 Quique (59′) 1-3 Caiado (82′)

ÁRBITRO:  Arias López (C. Cántabro). Mostró tarjeta amarilla a Jebor, Infante por los locales y a José Ángel por los visitantes.

INCIDENCIAS: El Toralín.