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La Hermandad de Jesús Nazareno ha entregado a los talllistas que realizan la réplica del Cristo templario de la Fortaleza o de las Maravillas Muerto el documento con los nombres de los sufragadores que con sus donaciones han ayudado a hacer posible esta obra. Dicho documento que certifica los nombres de quienes han donado un total de 1.650 euros será introducido en el interior de la talla.
El texto del documento es el siguiente:
“En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
En la ciudad de Ponferrada, a cuatro de febrero de dos mil quince, bajo el pontificado de su Santidad el Papa Francisco, en el reinado de Su Majestad Felipe VI, siendo Obispo de Astorga Monseñor Camilo Lorenzo Iglesias, Rector de la Basílica de Nuestra Señora de la Encina Monseñor Antolín de Cela Pérez y Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Ponferrada D. Samuel Folgueral Arias; redacto, firmo y rubrico el presente escrito, yo, Marco Antonio Morala López, mayordomo de la Hermandad de Jesús Nazareno de Ponferrada, para hacer constar que esta talla del Salvador, réplica del venerado Cristo de las Maravillas o de la Fortaleza, ha sido elaborada por los tallistas de Puente Órbigo, Javier Alonso Fernández y Pedro Antonio Andrés García, y sufragada por donativos de las personas que relaciono a continuación: (………………)”.
La talla, que ya está en proceso de policromía, es una réplica del Cristo templario de la Fortaleza o de las Maravillas. Muerto, de rostro enjuto, barbado y en una posición hierática que denota la rigidez y frontalidad característica de las esculturas de su tiempo, Cristo aparece coronado como rey, sin trenzado de espinas y con abundantes regueros de sangre que, en cabeza, tórax y manos, testimonian el padecimiento sufrido hasta su muerte en la Cruz. Aceptando su triste designio, Cristo muestra a los hombres una expresión de serenidad que resulta conmovedora, alumbrando una nueva vida más allá de la muerte terrenal, e invitando al fiel a realizar un ejercicio de introspección.
La anatomía, es magra y sumaria, en la que apenas se insinúa el detalle de unas costillas que oprimen el vientre deprimido y con una flexión de rodillas, más flexible y menos estática, en las que las piernas se entrecruzan para que los pies sean traspasados por un solo clavo, abandonando ya modelos anteriores, en los que eran habituales los crucificados de cuatro clavos (dos en las manos y dos en los pies). El perizonium o paño de pureza, está decorado con estrellas y ruedas, sujeto por una soga y, todavía, es un faldellín largo que cae hasta la altura de las rodillas y que los estilos artísticos posteriores irán acortando progresivamente como pretexto para mostrar una anatomía mucho más depurada.
La cruz, policromada con decoración de jaspes que emulan un sencillo marmoleado, es muy posterior a la cronología del crucificado y difiere de la cruz original, cuyo modelo debió ser más tosco y arboriforme.
Esta escultura procede, en origen y antes de trasladarse a la Iglesia de San Andrés (donde tuvo su propia capilla y Cofradía), de la capilla del Castillo de los Templarios.
El mayordomo de la Hermandad de Jesús Nazareno, Marco Antonio Morala, muestra su “agradecimiento a todas las personas que han contribuido, con sus donativos, a sufragar el coste de esta talla”; añadiendo “ su entusiasmo ante este nuevo proyecto de la Hermandad, no sólo por su contribución al incremento del patrimonio imaginero de la Semana Santa ponferradina, sino también por su marcada simbología: el crucificado regresará al Castillo en Semana Santa, lugar donde fue venerado por los Templarios, protectores y guías de los peregrinos del Camino de Santiago”.
Con esta cuestación la Hermandad ha recaudado la cantidad de 1.650 €.
