Los municipios bercianos de la Reserva Regional de Caza de los Ancares, compuesta por Valle de Ancares, Peranzanes, Vega de Espinareda, Villafranca del Bierzo y Fabero, además de las juntas vecinales y asociaciones integradas, han emitido un escrito en el que muestran su “total y absoluto rechazo” a la gestión de la Reserva debido a la carencia de medios para ejecutar correctamente los planes de caza.
En el texto, denuncian la falta de efectivos de guardería en la Reserva, lo que conlleva el retraso en la ejecución de servicios, el aumento del furtivismo y la lentitud en la tramitación de los daños producidos por la fauna y las correspondientes indemnizaciones a los particulares.
Asimismo, señalan el abandono de las infraestructuras, la falta de transparencia en la gestión de fondos, el inexistente plan de control de depredadores o la obligación por parte de la Junta de Castilla y León de que los celadores presten el servicio en las cacerías colectivas en pareja a pesar de la carencia de los mismos, haciendo imposible cumplir con los planes de caza y arrastrando permisos pendientes desde hace años.
Por otro lado, piden que la retribución a las juntas vecinales propietarias de los montes se vuelva a hacer de forma anual y que se recuperen las subvenciones ZIS, retiradas en su momento alegando dificultades económicas pero con el compromiso de recuperarlas cuando fuera posible, algo que no se ha hecho efectivo a pesar de pertenecera a la Red Natura 2000.
Los firmantes del escrito aseguran que “estas circunstancias se vienen poniendo de manifiesto de manera reiterada desde hace años en los órganos consultivos sin obtener por parte de la Administración ningún tipo de respuesta ni de solución“, por lo que exigen medidas concretas para paliar las carencias de la Reserva y rechazan la actual gestión de la misma por parte de la Junta.
