PREMIOS MUJER 2024

De las investiduras

Hoy comienza el debate de investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno. Todo hace indicar que, salvo un milagro de última hora, será un intento fallido. El acuerdo PSOE-Ciudadanos es insuficiente. El Partido Popular y Podemos ya han anunciado que votarán en contra. Va a ser una semana histórica. Nunca en todos los años de la nueva etapa democrática España había atravesado un momento tan complejo a la hora de conforma r un gobierno. En otros países europeos de larga tradición democrática, estas prácticas de negociación, alianzas e intentos más o menos fallidos, son habituales; pero, aquí, es toda una novedad, sobre todo en un momento de quiebra del bipartidismo y con un Parlamento tan fragmentado y enfrentado que hace casi imposible fabricar mayorías estables.
De cara a esta primera sesión de investidura, el PSOE ha celebrado un referéndum entre sus militantes, los cuales han aprobado, con una participación muy ajustada, la estrategia de pactos, aunque en la rebuscada pregunta que se planteaba no se hacía referencia al pacto concreto con Ciudadanos. ¿Por qué casi nunca en España cada vez que se convoca un referéndum no se hace una pegunta directa, clara, entendible y concisa?
Así y todo, con esta iniciativa, el PSOE hace gala de su carácter reformista y es el primer partido político en España que consulta a sus bases en una materia de este tipo. Al menos, aunque fracase la investidura, se habrá dado un paso adelante en democracia interna y en transparencia en los partidos políticos. El precedente está sentado. Algo es algo.
Al otro lado de la línea, el Partido Popular de León está digiriendo aún las consecuencias políticas del éxito de la conferencia que el alcalde de León, el popular Antonio Silván, pronunciaba la pasada semana en un hotel de Madrid ante un multitudinario auditorio, compuesto por cuatrocientos altos cargos, empresarios, profesionales, funcionarios, miembros de la Junta de Castilla y León y hasta miembros del Gobierno central. Un éxito para Silván. Sobre todo, porque la clave de esta reunión no estaba tanto en vender los proyectos de la ciudad de León sino en saber quién será el sucesor de Herrera o, al menos, el mejor posicionado, en una larguísima carrera sucesoria. Es la otra investidura. O, bueno, la preinvestidura.
Así funciona el PP y así le va, claro. En vez de convocar un congreso, de preguntar a las bases u organizar primarias para elegir quién será el sucesor de Herrera, si es que alguna vez éste, de verdad, decide marcharse voluntariamente, organizan por todo lo alto, en uno de los hoteles más caros de Madrid, una reunión con cuatrocientos invitados de lujo para dejar ver que el dedo ungidor de Herrera prefiere, en este momento, a Silván. Otra cosas es lo que decidirá dentro de unos meses o años. Porque esto de la sucesión de Herrera va para largo, aunque como estrategia no está mal. Es una forma eficaz de mantener unida a la cúpula del PP de Castilla y León ante la incertidumbre de la sucesión. Así no se mueve nadie, no vaya a ser que quien se mueva no salga en la foto y pierda todas las oportunidades de acceder al poder. El miedo los paraliza. El miedo a perder los privilegios. Todos juntos, pues, detrás del jefe y a esperar la decisión de Herrera. Mientras tanto, a hacer quinielas y, ahora, todas apuestan por Silván.
El diseño futuro de la ciudad de León ha sido la excusa perfecta. Lo que Silván dijo en Madrid lo podía haber dicho perfectamente en León. Habría salido mucho más barato en tiempo y dinero. No en vano el 90% de los presentes eran de León o de Castilla y León. El efecto iba a ser el mismo. Silván tenía garantizado el impacto en los medios de comunicación de León, porque a los nacionales no les interesaba nada, salvo la cuestión sucesoria, claro. Nos habríamos ahorrado la cola de coches oficiales aparcando en el centro de Madrid, a la que espera de que sus titulares ordenasen la vuelta a León o Valladolid, con la sensación del deber cumplido.